El próximo viernes, Hondarribia celebrará su tradicional Alarde, uno de los desfiles más populares del territorio. Tradición que lleva años dividiendo la localidad de poco más de 18.000 habitantes entre los que están a favor de la inclusión de las mujeres como soldados en los desfiles y quienes se posicionan a favor del Alarde tradicional, en el que las mujeres adoptan el papel de cantineras, figura que simboliza las labores de las mujeres hondarribiarras en la defensa de la ciudad y que se incluyó en 1940.
La propuesta de una participación femenina mayor ha sido foco de conflicto en los últimos años y generado una fuerte oposición por parte de algunos vecinos del pueblo que se basan en la tradición para defender su postura. Por el contrario, y gracias a la mayor acción de algunos movimientos locales a favor del cambio, son cada vez más los vecinos que rechazan este argumento para escudarse en un posible cambio y que exigen que las mujeres opten a ocupar una figura similar a las de los hombres.
Este año la polémica estallaba después de que se hiciese público el documento en el que la Banda de Música del Alarde de Hondarribia pedía a sus socios que firmasen para seguir formando parte de la banda. En esta “declaración de responsabilidad”, los socios, además de admitir que eran conocedores de que el objeto de la asociación es “proteger, transmitir y difundir el Voto y Valor”, declaraban: "contemplar a la mujer en la participación del acto del propio Alarde como representación única de la figura de la cantinera".
Y el documento iba más allá, con su firma, el socio aceptaba que “cualquier acción contraria al primer punto supone la "inmediata expulsión y pérdida de condición de socio de la Banda”. Como era de esperar, la publicación de este documento prendía, de nuevo, la mecha en la localidad. Y es que, si bien cada vez más vecinos exigen un cambio en la composición del Alarde, también los hay los que pitan, silban e incluso dan la espalda al Alarde Mixto del municipio.
El alcalde de la localidad se posiciona
Así, las reacciones al escrito no se hicieron esperar... Una de ellas, la del alcalde Igor Enparan, que a través de un comunicado publicado en la web del consistorio aseguraba: "Llevo años trabajando contra el miedo a que la ciudadanía opine libremente, tratando de construir espacios de diálogo y tendiendo los puentes necesarios para ello. Por ello, quiero hacer un llamamiento a todo aquel que se vea afectado por este escrito para que se pongan en contacto conmigo. Quiero decir claramente que las puertas del Ayuntamiento y de mi despacho están abiertas y que apoyaré a esas personas porque no quiero aceptar ninguna purga".
Y recordaba que "el Alarde es un patrimonio inmaterial de todos los hondarribiarras y que, en la medida en que esto sea así, seguiré trabajando para garantizar la participación de todos los ciudadanos, hombres y mujeres".
Pero el alcalde del consistorio no ha sido el único en criticar el movimiento de la Banda de Música del Alarde. Y es que la compañía Jaizkibel, encargada del Alarde Mixto, que este año será recibido por primera vez por la Diputación de Gipuzkoa, también ha criticado el documento. "Sabes bien que hay distintas posturas en torno al Alarde. Diferentes actores. Algunos a favor del derecho de las mujeres a participar, dediferentes maneras, pero a favor, otros en contra, totalmente en contra. Estos últimos defienden que hay "sensibilidades diferentes y que cada una de ellas debe organizar su propio Alarde. Por lo menos dos alardes. Eligen prohibir, no defender derechos; eligen la ruptura, no la unidad". Y, a través de sus redes sociales, han apelado al diálogo: "Escuchar, hablar y acordar".
Diferentes "sensibilidades" o pareceres que chocan un año más a las puertas de la celebración del famoso Alarde y que dejan en Hondarribia una imagen de ruptura más viva que nunca.