Todo apunta a que los problemas en Osakidetza se agudizan. Cada vez son más los sectores en los que trabajadores, pacientes y sindicatos piden una mejora de condiciones, el último en hacerlo ha sido el servicio de Emergencias del Sistema vasco de Salud.
Concretamente, ha sido el Sindicato Médico de Euskadi el que esta vez ha denunciado las condiciones en las que los trabajadores de este servicio han tenido que ejercer su labor este verano. “Llevo 28 años trabajando en el Servicio vasco de Emergencias, en una ambulancia, y no recuerdo un verano tan catastrófico y caótico como este. Todo porque no está bien dimensionado, falta gente y en el momento en el que alguien no puede venir a trabajar no hay personas para cubrir su plaza. Es como un castillo de naipes que se va cayendo”, explica Rosa García, médica de Emergentziak en UTE Urioste y Delgada del Sindicato Médico de Euskadi (SME).
Este servicio engloba a los trabajadores que atienden las llamadas de emergencia y a todas las unidades móviles medicalizadas, repartidas entre los tres territorios: cinco en Bizkaia, 2 en Gipuzkoa y 1 en Vitoria -a la que próximamente se le añadirá otra- “que si bien no son suficientes, tienen bastante trabajo”.
Turnos de hasta 24 horas
Precisamente, tal y como trasladan desde el sindicato, es la apertura de la segunda UVI móvil de Vitoria, ubicada en Nanclares, uno de los focos de descontento y es que, "la apertura está siendo empañada por la intención de implementarla en peores condiciones laborales. Ya que van a proponer a los trabajadores encargados de la misma que trabajen más turnos en los meses de verano y menos en los meses de invierno”. Condiciones que si bien formarían parte de un “proyecto piloto de Osakidetza”, podrían ser trasladadas al resto de unidades móviles, algo que para el SME sería impensable.
La falta de personal, notable también en este servicio, y sus consecuencias diarias están siendo otro de los focos de conflicto. En un servicio con turnos de 12 horas, "ha habido profesionales que han trabajado hasta 24 seguidas, algo que hasta ahora no se hacía porque se daba por hecho que se podía empeorar la calidad del servicio”, afirma Rosa García. “Normalmente hacemos turnos de 12 horas los 365 días del año, pero como falta gente, los propios sanitarios en plantilla hemos tenido que cubrir su ausencia”, añade.
“Trabajamos bajo mínimos”
Según García, en los últimos años se ha notado que “mucho personal eventual que venía a trabajar a esta unidad porque les gustaba la labor, no han aguantado y han acabado yéndose por las condiciones”, y matiza que, “imprevistos siempre puede haber. Pero esto es ya un problema estructural. Este año, por ejemplo, no se encontraban sustitutos y en algunas ocasiones las plazas no se han cubierto por lo que ha habido equipos sin médicos”.
La delegada del SME pide mejora de las condiciones y más personal que se incorpore a este servicio que cuenta con en torno a 300 personas en Euskadi; “Estamos muy implicados y nos responsabilizamos mucho, pero esta situación acaba quemando. Esta problemática puede tener remedio fácil y con él hacer que empecemos a trabajar en mejores condiciones”.