Este jueves, el Gobierno vasco ha hecho público el informe 'Aurrera Begira' sobre indicadores de expectivas juveniles y los resultados son bastante positivos. El informe revela que las expectativas de los jóvenes vascos han mejorado de forma considerable en todos los indicadores, con una subida de cinco puntos en el índice de confianza en el futuro de los jóvenes con respecto al pasado año.
En la presentación de los datos recogidos por EFE, el secretario general de Transición Social y Agenda 2030, Jonan Fernández, ha querido destacar que, a fecha de finales de 2023, el paro de la juventud vasca —de 16 a 29 años— es el más bajo desde 2008 con el 10,8%, mientras que, por ejemplo en 2013, se llegó a alcanzar el 30%. Lo mismo ocurre con la tasa de ocupación en el mismo tramo de edad, que se sitúa en el 44,5%, la más alta desde 2009.
Según la encuesta, la valoración actualmente se sitúa en 65 puntos sobre 100, tres puntos por encima del resultado de 2022, en tanto que el índice de satisfacción personal gana un punto respecto al año anterior y alcanza los 71 sobre 100.
Las áreas en las que muestran una mayor satisfacción son la familia, las amistades y los estudios. En el lado opuesto, están menos satisfechos con el dinero disponible, el trabajo o las expectativas laborales y las relaciones sentimentales o sexuales. Pese a que la tasa de paro entre los jóvenes de Euskadi es la más baja desde 2008, el trabajo o las expectativas laborales aún les preocupan, pese a que ha mejorado sus resultados con respecto a años anteriores, pasando de segunda a tercera posición. En este sentido, en todos estos aspectos el balance es más negativo a medida que aumenta la edad y también entre las mujeres.
En el terreno laboral, desciende considerablemente la percepción del riesgo de pérdida o precarización del empleo en el plazo de un año, al perder seis puntos respecto a 2022. La percepción de las mujeres en este indicador, como en años previos, es más negativa que la de los hombres.
El 72% de la juventud en paro cree probable encontrar un empleo durante este año 2024 y el 80% de los estudiantes confían en encontrar un empleo acorde a su formación al finalizar sus estudios, lo que supone el porcentaje más alto de toda la serie.
En cuanto a las expectativas de emigración forzosa, que mide el porcentaje de personas jóvenes que creen que en el futuro se verán forzadas a emigrar a trabajar al extranjero sin desearlo, se sitúa en el 9 %, con un descenso de 1 punto respecto a 2022.
La expectativa de emancipación truncada se sitúa en el 43%, porcentaje que desciende en dos puntos respecto a 2022.
El porcentaje de jóvenes que creen que verán postergada una maternidad o paternidad deseada repite el valor del año anterior con el 26%.