Sin embargo, para alcanzar el objetivo de la OMS de eliminar las hepatitis virales en el año 2030, es necesario poner en marcha iniciativas encaminadas a mejorar la prevención, el diagnóstico temprano, el tratamiento y manejo integral del paciente con hepatitis C, según se ha puesto de manifiesto durante la celebración del ‘Workshop sobre las hepatitis virales: la eliminación y control como objetivos clave’, que ha organizado hoy Gilead Sciences y en el que han intervenido los responsables de las principales sociedades científicas implicadas en su abordaje.
Los expertos han coincidido en señalar que es necesario aprovechar todas las oportunidades de diagnóstico y acudir allá donde puedan estar los pacientes. En este sentido, han subrayado la importancia de la realización de pruebas diagnósticas en aquellas personas o colectivos que presenten indicadores de riesgo y puedan ser portadores de este virus.
El doctor Manuel Romero, presidente de la AEEH, habló sobre la situación actual de las hepatitis virales en España, analizando en qué momento estamos y recordando que, para eliminar la hepatitis C y conseguir los objetivos 2030, tienen que “trabajar de forma multidisciplinar sociedades científicas como administraciones públicas, especialistas y organizaciones. Para ello, se debe fomentar el diagnóstico integral y oportunista para beneficiar a los miles de pacientes con hepatitis virales en España pendientes de identificar y vincularles al sistema sanitario y tratarlos".
El diagnóstico de las hepatitis virales y la búsqueda de oportunidades ha sido tratado durante el Workshop por el doctor Federico García, presidente de la SEIMC, quien ha recordado la importancia del diagnóstico “es muy importante aprovechar cualquier analítica para diagnosticarlas y tratarlas, el diagnóstico integral de las hepatitis virales se realiza en menos del 50 % de los casos para el VHB/VHD. Por eso es clave aumentar el número de personas diagnosticadas y vinculadas a la atención sanitaria, simplificar y mejorar el circuito asistencial para evitar el diagnóstico incompleto y la pérdida de pacientes (recuperando aquellos perdidos). En el caso de la hepatitis Delta debemos realizar la prueba de VHD a todas las personas con hepatitis B crónicas y tratarlas para evitar la progresión de la enfermedad”.
Aun así, sigue habiendo oportunidades de acercar el diagnóstico a aquellas personas que viven con la infección y no lo saben. Un ejemplo son los servicios de urgencias hospitalarias, donde la prevalencia de infección activa es tres veces superior a la de la población general5. Así, el doctor Juan González del Castillo, coordinador del grupo de trabajo de infecciones de la SEMES (INFURG-SEMES), ha explicado que los servicios de urgencias tienen un papel clave en conseguir los objetivos de hepatitis cero, ya que el “el 44 % de los pacientes detectados en urgencias desconoce su estatus de infección, siendo frecuente el diagnóstico de pacientes con un grado de fibrosis avanzado (hasta el 51 %)4. Un diagnóstico tardío puede conllevar la progresión a enfermedad grave5, asociada a mayor mortalidad, peor calidad de vida y a un alto coste6.”
Muchos de los pacientes virémicos atendidos en los servicios de urgencias, son poblaciones de difícil acceso para el sistema sanitario. Esta vía se convierte en el único vínculo de entrada en la mayoría de los casos. Por eso, recuerda el doctor González del Castillo que “el diagnóstico oportunista en los servicios de urgencias es clave en la eliminación, logrando la automatización en el diagnóstico realizado en ellos. Por eso, la implicación y colaboración de diferentes sociedades científicas es imprescindible para conseguir la eliminación del VHC en España”.
HEPATITIS DELTA
Los expertos también han mostrado la importancia de avanzar en el cuidado de los pacientes con Hepatitis Delta, que es la más grave de las hepatitis virales. Esta enfermedad afecta a pacientes infectados por el virus de la hepatitis B (VHB), se asocia con una progresión más rápida de la fibrosis y cirrosis hepática y un mayor riesgo de cáncer de hígado y muerte. Actualmente, muchos pacientes con VHD no están diagnosticados debido, en parte, al conocimiento limitado de la enfermedad y a la histórica falta de tratamientos efectivos.
En relación con la hepatitis Delta, el doctor Manuel Romero añadió que hay que aprovechar "todas las oportunidades para poder tratar a los pacientes con hepatitis Delta que hasta ahora no era posible y, para ello, se debe aumentar su diagnóstico en los pacientes con Hepatitis B crónica y derivarlos al sistema sanitario para su manejo integral, dada la agresividad de esta infección”.
En el transcurso de la presentación, Marta Velázquez, directora de la unidad de negocio de enfermedades hepáticas de Gilead, ha recordado que Gilead lleva más de 20 años de compromiso con las enfermedades hepáticas y más de 10 de logros por un futuro esperanzador. Durante este tiempo, la compañía ha conseguido mejorar la vida de más de 10,9 millones de personas en todo el mundo, aspirando siempre a cambiar la vida de millones de personas y de sus familias, con el firme compromiso de eliminar la hepatitis C y avanzar en el manejo de la VHB y la VHD
Dijo que Gilead ha tenido y tiene un papel fundamental en la transformación del curso del VHC y seguirá trabajando con todas las partes implicadas hasta conseguir su total eliminación a través de iniciativas que aseguren el diagnóstico y tratamiento de todos los pacientes. La compañía ha cumplido dos décadas de innovación en hepatitis virales desde que, en 2003, iniciara su camino con el primer tratamiento para el VHB. Desde 2014, Gilead cuenta con un porfolio de tratamientos antivirales para tratar y curar la hepatitis C. Este portfolio para las hepatitis virales se ha ampliado este 2024 con la incorporación al Sistema Nacional de Salud (SNS) del único tratamiento aprobado para el manejo del VHD en Europa.
Gilead ha llevado a cabo una ambiciosa estrategia con la que apoya proyectos innovadores tanto dentro del hospital como en los diferentes centros sanitarios, con el objetivo de seguir diagnosticando y derivando a todos los pacientes infectados. Iniciativas que, como ha explicado Marta Velázquez, “suman 326 proyectos financiados en 15 comunidades autónomas, superando los seis millones de euros otorgados por Gilead como parte de nuestro compromiso por la innovación. Pero, aun así, queda trabajo por hacer y se necesitan planes de eliminación regionales ambiciosos que cuenten con la colaboración de todas las partes implicadas y aprovechen cualquier oportunidad de diagnóstico. Porque creemos firmemente que ningún paciente puede quedar atrás”.
“En Gilead seguiremos colaborando de forma coordinada con todas las instituciones y entidades para conseguir la eliminación. Como parte de ello ampliamos nuestro compromiso con las hepatitis virales, ahora con la hepatitis Delta, la más grave y de más rápida progresión, que afecta a muchos pacientes jóvenes que sufren un deterioro rápido de su salud y calidad de vida, y que hoy en día cuentan con una nueva esperanza de poder mejorar su pronóstico de vida”, recuerda Marta Velázquez.
En España, Gilead ha estado alineado con las recomendaciones de las sociedades científicas y apoyando con estos proyectos los planes de eliminación autonómicos y a los profesionales en su objetivo de alcanzar la eliminación de la enfermedad. Así, entre estos proyectos, caben destacar la Becas Gilead a proyectos de Microeliminación en hepatitis C y de Epidemiología de hepatitis D que, junto a la AEEH, acaba de fallar su 6ª convocatoria becando 14 proyectos; o Detect-C, un proyecto en colaboración con Socidrogalcohol, a través del que se provee de kits de diagnósticos a aquellos centros que atienden poblaciones vulnerables.