No obstante, en su análisis, el extenista desgrana los retos para recuperar el terreno perdido. Recuerda que la Real Federación Española de Tenis (RFET) empezó a cambiar su estrategia hace tres años y creó la pirámide de torneos del tenis español, siguiendo el sistema que aplicó Estados Unidos hace más de una década, pasando de torneos Futures a Challengers.
“Este trabajo puede tardar de cinco a siete años en dar sus frutos y para que España vuelva a disponer de más oportunidades, como en su época dorada, se deberá también hacer subir a los jugadores desde las etapas juveniles y volver a tener más grupos de competición que quieran realizar la transición al profesionalismo; debemos llenar esa parte baja de la pirámide”, destaca Sánchez Vicario.
Clubs y academias
El que fue el mayor exponente del tenis español de mediados de los 80 y 90 considera que el entramado de clubes españoles son claves para seguir empujando y hacerse parte de la pirámide del tenis entrenando en sus clubs, compitiendo y sobre todo mejorando el nivel para hacer crecer la competición.
“En su gran mayoría, esos clubs son un motor que impulsa a los jugadores y que crea tenistas profesionales, y es ahí donde debemos seguir marcando la diferencia, logrando situar a más jóvenes en la transición del ámbito juvenil al profesional”, recuerda.
Sánchez Vicario lidera la Emilio Sánchez Academy, escuela de referencia internacional con sede central en Barcelona y que este 2024 celebra su 25 aniversario. Precisamente, el extenista y técnico hace otra reflexión desde la propia institución. “Todos deberíamos junto a la federación ser parte activa de la pirámide, participar apostando por algunos jugadores españoles y que entrenadores de renombre que han conseguido enseñar el modelo español a tantos campeones puedan ser parte de esa pirámide que tanto vendemos”, escribe.
Su análisis concluye con una pregunta: Si durante 40 años, España produjo más de 100 jugadores en el top 100, ¿dónde están ahora? “Por suerte muchos están en los clubs motores del tenis, las academias; para mí el mismo cambio que se ha iniciado con los torneos deben hacerlo con los entrenadores que se sabe que valen, para implantar esa cultura del tenista, y esa vuelta a disfrutar la transición de junior a profesional”, concluye.