Con el verano a la vuelta de la esquina, algunos buscan las mejores playas para bañarse. Existen miles de playas impresionantes para hacerlo en España y en todo el mundo. La mejor se encuentra en Brasil y es la playa de Baia do Sancho, en Fernando de Noronha (costa nordeste del país). Está por delante de Eagle Beach, en el país de Aruba, y Cable Beach, en Australia, según señalan los Premios Travellers' Choice de TripAdvisor 2023.
La primera ya consiguió el primer puesto, otra vez, en 2019. No sorprende, ya que esta playa paradisíaca cuenta con agua cristalina, arena blanca y unas vistas preciosas a la naturaleza. Pero Brasil no es el único país que tiene estos pequeños tesoros, España también lo ha demostrado con dos playas que han destacado en estos premios. Una se encuentra en Mallorca, la playa de Muro, y la otra se ubica en Donostia, Euskadi.
Un icono de Euskadi
El nombre deriva de la forma de la propia playa, pues tiene forma de concha. La playa de La Concha (Donostia), en el mar cantábrico, se sitúa en el puesto número 15 de las mejores playas del planeta. Un lugar amplio con más de 1.300 metros de longitud, de arena fina y suave, aguas tranquilas e ideal para pasar el día con la familia. Además, recibió la Bandera Azul debido a su limpieza y calidad ambiental.
La rodean la propia ciudad, el monte Igueldo y el monte Urgull y desde La Concha se puede ir nadando hasta la isla de Santa Clara, declarada Centro Histórico de Interés Nacional, donde existe una piscina natural, una ermita del año 1362, embarcaderos, restaurantes, bares y merenderos.
Las más de 1.000 flores de la playa de La Concha
Esta hermosa playa, además, guarda un secreto. El tiktoker y periodista Diego Ayús @soydiegoayus ha explicado en su vídeo viral de TikTok que en la barandilla de la playa de La Concha "hay más de 1.000 flores, pero solo una mira a la playa". La barandilla es un icono de la ciudad. De hecho, añade, hay ejemplares hasta en Japón.
"Abrieron un mercado gastronómico inspirado en diferentes ciudades y Donosti les mandó un trocito de la barandilla para ambientar su zona". Se inauguró en 1916 y, según el joven, el proyecto solo costó 34 euros. Aunque cuando se restauró en 1999, la obra costó 3 millones y medio.
Pero existe un hecho curioso y es que una de las flores que se encuentra dentro del diseño de la barandilla se diferencia de las otras 1.000 existentes. Para encontrarla hay que ir hasta los dos relojes de la playa: "Lo que hay encima es un barómetro, no un reloj, y justo aquí está la flor que no mira al paseo. Todas dan la espalda a La Concha, excepto esta". El motivo se desconoce.