España, país que guarda mucha historia, se erige sobre maravillosos pueblos capaces de llamar la atención de los más curiosos. Algunos figuran entre los pueblos más bonitos del país, como Lerma, Ponte Maceira, Albarracín o Pampaneira, entre otros. Otros, en cambio, son rincones escondidos, y no tan conocidos, que despiertan la curiosidad de los más aventureros y de aquellos que desean conocer la historia de estas pequeñas zonas.
Los guardan, en especial, las comunidades de Castilla y León o Castilla-La Mancha, pero ello no significa que otras zonas del norte no alberguen maravillas únicas. Cantabria es igual de histórica y única que los anteriores territorios y, por lo tanto, guarda localidades preciosas para visitar. Una de ellas se encuentra cerca de Euskadi y es perfecta para una excursión con la familia o con los amigos.
Bárcena Mayor, el tesoro cántabro desconocido
Justo en el corazón del Parque Natural Saja-Besaya (Cantabria), y a 2 horas y 44 minutos en coche desde Vitoria-Gasteiz, se ubica uno de los pueblos más bonitos de toda España. Este es Bárcena Mayor, un preciado tesoro medieval cántabro y no tan conocido que, por sus casitas de piedra y madera, atrae a decenas de turistas cada año.
Esta localidad rústica de menos de 85 habitantes y que figura en la web de los Pueblos más bonitos de España, fue declarada conjunto histórico-artístico en 1980, como apunta el portal oficial de Turismo de Cantabria. Data de los siglos XVII-XIX y se ubica en "un valle flanqueado por pequeñas colinas, con caserío concentrado, en forma rectangular y con dos calles principales y plazas". Cada una de las casas son típicas de Cantabria y la gran mayoría nacieron en la época fernandina.
Son estructuras orientadas al Oriente, de dos pisos y rodeadas de cortavientos. "Son de mampostería, aunque los esquinales y vanos son de sillería y el interior de madera", expone. La iglesia que se encuentra en el pueblo, con "la advocación a Santa María", data del siglo XVII y guarda retablo barroco del siglo XVIII, muy curioso.
La página web de Bárcena Mayor, en su artículo Historia de Bárcena Mayor, explica que este pueblo medieval vivió una repoblación cerca de las iglesias y monasterios durante el siglo IX. Se trataba de tierras de señores feudales, que "las gestionaban conforme a lo que era habitual por aquel entonces".
"Tanto Bárcena Mayor como otras aldeas del entorno constituían una behetría, que era como se denominaba a las poblaciones que tenían derecho a elegir a su propio señor, acordando las condiciones de su vasallaje a cambio de protección", explica. El encanto de este pueblo hoy día reside en la naturaleza de una localidad "libre y orgullosa".
Hay evidencias de presencia humana desde mucho antes del siglo IX. Estas pruebas se encontraron en el Valle Cabuérniga. No es de extrañar, ya que el norte del país fue una zona bastante habitada durante años, según lo que demuestran las cuevas de Altamira y otros restos encontrados.
No existe mucha constancia de tanta presencia visigoda, Waunque sí parece que llegó bastante gente de costumbres cristianas desde el sur, huyendo de la invasión musulmana". Se trataba de una época en la que nacieron varios monasterios e iglesias que fueron útiles para la repoblación de la zona.