Euskadi está en todos lados, hasta en la sopa. A los vascos nos guardan cariño en todas partes de España, pero también en todo el mundo. Desde Estados Unidos, donde el deporte Jai Alai es popular en la ciudad de Miami, hasta en diferentes países de América o Europa que albergan casas vascas. Estamos en boca y en oídos de todos, incluso en los del expresidente estadounidense Barack Obama.
Aunque parezca increíble, Obama conoce Euskadi. Al antiguo presidente de Estados Unidos le emocionó no una calle vasca o unos lugares con detalles o deportes vascos, sino una historia de un pastor de Larrabetzu, un pequeño y precioso pueblo vizcaíno. Supo sobre esta historia gracias al exalcalde vasco-americano David Bieter, muy conocido en la comunidad vasca de Boise (Idaho, EE. UU.), que dio a conocer las vivencias de su abuelo al expresidente. Una ciudad única en el país norteamericano por ser diferente a las demás.
El alcalde vasco de Boise, en Idaho
La ciudad de Boise es la única de Estados Unidos que tenía un alcalde que hablaba euskera, según señala la web de Euskal Kultura, un boletín cuatrimestral elaborado por las casas vascas de Lyon, Montpellier y Marsella en Francia. Pese a ser estadounidense, David Bieter, según recoge este mismo boletín de una entrevista que le realizó el diario Berria al exalcalde, tiene descendientes vascos, irlandeses y alemanes, y habla el vizcaíno de su familia "con gran fluidez".
Esta villa es especial, ya que recoge muchos elementos vascos para dar a conocer la cultura vasca, como se hace con la celebración del Jaialdi, un festival sobre cultura vasca que convierte a Boise "en el centro de la diáspora vasca estadounidense". Cada cinco años, según el instituto vasco Etxepare en su artículo Jaialdi, seis días de cultura vasca en Boise, celebran la originalidad de esta ciudad vasca con la organización del Jaialdi, que es el "mayor festival de cultura vasca del extranjero".
La primera edición se organizó en el año 1987 y desde entonces los vecinos no han dejado de vivir el festival con mucha alegría. En los seis días de duración del Jaialdi se celebran diferentes tipos de actividades deportivas, de danza, musicales o exposiciones. "Todas tienen algo en común: la relación con la cultura vasca. Ese es precisamente el objetivo del festival, celebrar la cultura e identidad vasca".
En las ediciones anteriores se realizaron actividades en las instalaciones de Expo Idaho, espectáculos en Festa'ra en el que participaron bertsolaris, cantantes, bailarines o músicos vascos; la gran Sports Night o noche de deportes en el centro de la ciudad en la que participaron deportistas vascos con deportes conocidos en Euskadi como el levantamiento de paja, y etc. Incluso asistió el exlehendakari Iñigo Urkullu.
Además del Jaialdi, el pueblo ofrece una fiesta más reducida cada año. Así lo aseguró Bieter en una entrevista para Berria. "La gente de Boise -euskaldun o no- se halla muy contenta, y muestra gran interés", aseguró. Porque si hay algo muy grande en este pueblo es tener raíces vascas. "En Argentina hay más vascos que en Boise. Pero los vascos de Boise son de lugares cercanos de Bizkaia, como Lekeitio o Gernika, mis abuelos, por ejemplo, son de Larrabetzu... Eso le da a la comunidad un sentimiento de unidad especial".
Un sentimiento que se puede observar en el Basque Block de Boise, que hace referencia a la calle de Idaho donde se puede disfrutar de la Euskal Etxea, el Museo Vasco y demás edificios vascos importantes. Asimismo guardan una ikastola y todas las semanas se unen más de 300 jóvenes con la intención de aprender dantza. En la Universidad de Boise también tratan de dar a conocer la historia y la política vasca.