Una selección de alimentos.

Una selección de alimentos. Getty Images

Sociedad

Ni leche ni pescado: estos son los productos que pueden consumirse "caducados" sin perjudicar la salud

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Cuando vamos a comer un yogur caducado pasamos por alto la fecha de caducidad, ya que nos duele más desperdiciarlo. No tenemos que preocuparnos por nada. La Academia Española de Nutrición y Dietética asegura que podemos consumirlo sin problemas hasta 30 días "sin temer por nuestra integridad". Eso sí, el yogur ha tenido que estar previamente "debidamente refrigerado"

No ocurre lo mismo, sin embargo, con todos los alimentos. No es recomendable consumir carnes, pescados o queso fresco una vez pasada la fecha de caducidad, según señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Por lo tanto y por desgracia, hay que desprenderse de estos y tirarlos a la basura. 

Los productos que pueden consumirse caducados

Es un mito el hecho de que haya que deshacerse de todos los alimentos cuando estos caducan. Todo depende, como hemos visto, del producto. Sin embargo, surgen dudas a la hora de tirar o no tirar comida. Si se pueden consumir los yogures caducados, pero no el queso fresco, que es un derivado del lácteo, ¿qué productos pueden comerse entonces cuando se pasa la fecha de caducidad?

El informe de la OCU 10 alimentos que se pueden comer 'caducados', expone una variedad de alimentos que se pueden consumir sin problema, pero primero hay que tener en cuenta algo muy importante: la diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. La primera se refiere a que si los productos se consumen después de la fecha de caducidad, estos pueden ser peligrosos para la salud, mientras que los segundos no. 

Existen varios alimentos que pueden consumirse con seguridad pasada la fecha de consumo preferente, siempre y cuando se hayan mantenido cerrados. Estos son los yogures, que, como hemos mencionado, pueden consumirse varios días después; el pan de molde, los frutos secos y las patatas fritas, los bollos y galletas, bebidas alcohólicas y refrescos y bebidas alcohólicas, las pastas, los arroces y las legumbres; la mantequilla y la mermelada, los embutidos y quesos curados cerrados, las sopas y salsas de sobre, y los tomates fritos en envase. 

Asimismo, hay otros alimentos, como el azúcar, el vinagre o la sal que son "no perecederos", por lo que pueden ser consumidos sin ningún tipo de problema, ya que no llevan fecha de caducidad. En cambio, debe evitarse el consumo de las carnes, los pescados y los lácteos frescos tras la fecha de caducidad, ya que el riesgo por contaminación es alto. 

"El riesgo puede presentarse incluso antes de esa fecha si los alimentos no se han conservado a temperaturas adecuadas. Existe la posibilidad de que sean portadores de microbios y algunos de ellos, al proliferar, desencadenen intoxicaciones y enfermedades".