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El verano es la estación del año más esperada por los vascos y vascas. Momento de desconexión, de tomar vacaciones y de disfrutar con familiares y amigos de un chapuzón en las piscinas para combatir los días de calor en el País Vasco.

Aunque el verano es para disfrutar como decía, hay a veces que se nos va de las manos y el mundo de las redes sociales está generando bastante daño. Bizkaia se ha visto obligada a cerrar en varias ocasiones las piscinas municipales de ciertos municipios debido a un reto viral.

En el municipio de Sopela y Orduña han tenido que clausurar sus piscinas hasta en nueve ocasiones por dicho reto que consiste en defecar en el agua. Este reto sin sentido ya ha corrido como la pólvora y ha perjudicado a 300 piscinas por toda España.

Se trata de un reto que ya se expandió en las redes sociales en 2018, y siguió haciéndolo desde entonces prácticamente cada verano. Es una práctica que puede generar problemas de salud y amenaza al verano, perjudicando a los ciudadanos de utilizar las piscinas en días de mucho calor.

"Una caca flotante"

Una broma que cuesta dinero. El Ayuntamiento de Orduña informaba estos días que en varias ocasiones ha tenido que vaciar la piscina por ese mismo motivo. Es un problema de salud pública, ya que supone la hipercloración del agua y análisis bacteriológicos antes de su reapertura.

Una niña afirma a EITB, que fue ella la que avisó al socorrista al ver que había “una caca flotante”. El público tuvo que ser desalojado y la piscina cerró por motivos de higiene y salud. Una estupidez que puede generar y poner en peligro la salud de quien disfruta de un día de verano sin más.

Piscinas - Imagen de Archivo / Canva

El peligro que puede causar el estúpido reto viral

Las heces contienen millones de microorganismos y algunos pueden ser muy patógenos, según recoge Antena3 en palabras del Doctor Manuel Viso. Y, es que, el contacto de las heces puede transmitir varias enfermedades infecciosas.

Estas infecciones pueden llegar por el contacto directo, ya que las heces pueden contaminar alimentos, agua y superficies, facilitando la propagación de infecciones. Estas pueden ser a través de vía oral al tragar agua de la piscina y esta esté contaminada o por una herida que tengan y pueda infectarse, entre otras formas.

Estas enfermedades pueden variar desde diarrea leve hasta infecciones más graves como el cólera, fiebre tifoidea, hepatitis A y E, entre otras.

Ante esta ridícula situación, se pide colaboración ciudadana para denunciar esta práctica en caso de que vea quien lo hace y para frenar esta problemática que priva a una gran parte de beneficiarse de las instalaciones públicas como es la piscina municipal.