La Navidad está a punto de aterrizar en Euskadi y, con ella, el Olentzero y Mari Domingi, la famosa pareja vasca que reparte regalos a los niños cada año. Este es uno de los momentos más esperados del año en el que la felicidad de los más pequeños de la casa se vuelve protagonista.
Un momento del año en el que las calles se llenan de ilusión y de una magia única que solo la Navidad trae. En las siguientes semanas, Mari Domingi y Olentzero bajarán de su caserío en Mungia (Bizkaia) para recibir a los pequeños a través de un desfile de carrozas por todo lo alto. Estos recorrerán pueblos y ciudades repartiendo alegría. Pero los más impacientes también podrán visitar antes su caserío, Landetxo Goikoa.
La casa de Olentzero y Mari Domingi
La pareja vasca vive en el precioso pueblo vizcaíno de Mungia, localidad de casi 18.000 vecinos llena de belleza. Olentzero y Mari Domingi no han dudado en ofrecer su casa para visitarla.
El caserío de Landetxo Goikoa, ubicado en Izenaduba Basoa con sus más de 6.000 metros cuadrados (el mayor parque temático dedicado a la mitología vasca), es uno de los más viejos de Euskadi, ya que conserva un gran legado de la Edad Media. Lo más curioso de todo es que todavía es capaz de brindar los momentos más mágicos a sus visitantes.
En este, que data del año 1510, residen, acompañados de la pareja, los personajes más famosos de la mitología vasca. Un rincón de ensueño donde descubrir mucha historia. Lo confirma la web de Turismo Euskadi en su artículo Izenaduba Basoa.
Landetxo Goikoa es un "referente y modelo" de otros baserris vascos. La visita permite al turista conocer la tipología arquitectónica y el ingenioso sistema constructivo del edificio. Fue Hogar de los antepasados vascos, que cuidaban de los animales y trabajaban la tierra en su día a día.
El caserío por fuera.
Más allá de descubrir su origen, este caserío alberga otros rincones sorprendentes, como el mayor parque temático sobre la mitología vasca de Euskadi, abierto al público durante los meses de noviembre y de diciembre de cada año. La entrada cuesta 9,80 euros para adultos y 8 euros para familias numerosas y niños a partir de los tres años.
Izenaduba Basoa es el lugar perfecto para que los más pequeños se sumerjan en un universo lleno de fantasía. En este bosque, situado al lado de la casa de la pareja vasca, los seres mitológicos emergen para compartir historias, revelar secretos y vivir momentos inolvidables con los pequeños.
Olentzero y Mari Domingi en su caserío.
Será Sorgina quien dé la bienvenida a los niños en la entrada antes de acompañarlos hacia las lamias. Después, los pequeños podrán conocer a Tartalo, que aguardará oculto en un árbol con un tobogán en el interior, y Basajaun, situado dentro de un laberinto.
Mari Domingi, por su parte, permanecerá en el caserío, donde la magia continúa. Allí recibirá a los visitantes y los guiará por cada rincón mientras comparte historias y anécdotas de este hogar tan especial.
Durante aproximadamente una hora y media, los niños descubrirán cómo era la vida en este caserío del siglo XVI y recorrerán unas enigmáticas cuevas. También podrán entregar personalmente sus cartas a Olentzero. La visita, además, permitirá que conozcan de cerca el funcionamiento de los elementos tradicionales de Izenaduba, como el humo, el fuego o el granero, aprendiendo mientras exploran cada espacio.
El caserío por fuera.
Tanto los niños como los adultos podrán adentrarse en el Huerto de las Brujas, espacio dedicado a las hierbas medicinales donde aprender y experimentar de manera divertida. La experiencia se completa con un simulador 3D que transporta a los visitantes al universo de la mitología vasca a través de distintos juegos interactivos.
Gracias a estos, los participantes podrán adentrarse en la cueva de Mari, descubrir el Roble Sagrado, símbolo de Basajaun, el Yeti vasco', y conocer a Tartalo. Tampoco falta el burro Napo, muy querido por los más pequeños y compañero inseparable de Olentzero y Mari Domingi, que los guía cada 24 de diciembre.
