Se acerca la Navidad, una de las épocas más esperadas del año en Euskadi y, con ello, llega la ilusión de los más pequeños ante la llegada de Olentzero y los Reyes. Motivo por el que las jugueterías se encuentran en el punto de mira de los personajes más generosos. Sin embargo, los comercios vascos notan la bajada de la natalidad en el territorio.
Pese a que la juguetería Afede, en pie desde 1956, haya generado en el último trimestre "el 60% de las ventas", como confirma la comerciante Pilar a CRÓNICA VASCA, cada vez "hay menos niños", algo que están "notando" mucho desde la juguetería".
Descenso de las ventas
La Navidad es el momento del año en el que se suelen dar las mayores ventas, pero Pilar asegura que, en Afede, cada vez ve a menos individuos comprando regalos para los más pequeños del hogar, lo que afecta directamente a las ventas de Afede.
Pese al aumento de los nacimientos en un 2,1% en el segundo trimestre de este año, como señala el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), Euskadi mantiene una tendencia a la baja en natalidad en los últimos años.
En 2024, el territorio vasco registró poco más de 22.000 fallecimientos y se contabilizaron 9.464 defunciones más que nacimientos, por lo que se concluyó que, en los últimos años, las defunciones superan a los nacimientos (12.937).
Además, Eustat expone que en ese mismo año, el número de nacimientos fue un 3,8% menos que en 2023, es decir, el número de nacimientos más bajo desde 1975 en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV).
Con los datos de 2024, el crecimiento vegetativo de la Comunidad Autónoma fue negativo, pues las muertes superaron los nacimientos. Por provincias, Bizkaia disminuyó su población en 5.641 habitantes, según Europa Press, mientras que Gipuzkoa registró 2.898 fallecidos y Álava perdió 925 vecinos.
La baja natalidad no es lo único que afecta a los comercios: también el hecho de tener hijos, pero percibir bajos salarios, ya que los vecinos no pueden adquirir tantos productos. "La gente que tiene niños tiene menos poder adquisitivo y gasta menos", explica Pilar.
Esta combinación de factores hace que en Navidad, los comercios experimenten un descenso en sus ventas, lo que les obliga a adaptar el stock o a desarrollar estrategias para adaptarse a la demanda.
