No hay esperanza para los montañeros Iker Bilbao y Amaia Agirre. Y es que la búsqueda de los dos alpinistas vascos desaparecidos al ser sorprendidos por una avalancha cuando descendían del pico Fitz Roy, en la Patagonia, ha sido suspendida definitivamente y se ha dado por "sepultados" a ambos en una grieta de enorme profundidad.
La Comisión de Auxilio del Centro Andino El Chalten ha informado de que el accidente se produjo el pasado jueves a las 09.30 horas en la denominada Brecha de los Italianos, recoge Efe. Se solicitó a las cordadas que aún estaban descendiendo por la misma ruta en el cerro Fitz Roy, que observaran en la grieta dónde fueron arrastrados y sepultados los dos escaladores vascos, y si había algún indicio de vida.
Explica que movilizar un grupo de búsqueda se iba a demorar al menos seis a ocho horas, al no disponer de medios aéreos en la zona, por lo que, después de doce horas del accidente las posibilidades de sobrevivir "se reducen drásticamente".
A través de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, la citada comisión ha explicado que la grieta en la que se encuentran enterrados los dos escaladores vascos mide 100 metros de largo por 8 de ancho y 5 de profundidad hasta el tapón de nieve existente, sin saber el fondo real que tiene.
Por ello, una tarea de rescate implicaría varias horas de varios operarios dentro de la grieta, con el "riesgo que esto implica". La comisión concluye que los escaladores vascos "no están desaparecidos", sino que están "sepultados en una grieta hace 48 horas" y que la búsqueda de sus cuerpo "expone a riesgos altísimos" a los rescatadores, por lo que da por finalizada la operación.
Así eran los desaparecidos
Los dos montañeros desaparecidos son los ya citados Iker Bilbao, de Durango (Bizkaia) que actualmente vive en Abadiño, y Amaia Agirre, oriunda de Urnieta (Gipuzkoa) y afincada en Huesca). No hay consuelo para sus familiares y amigos, que se lamentan por lo ocurrido a tantos kilómetros de casa.
A ambos protagonistas de esta terrible historia les une el amor por el alpinismo. Iker Bilbao, de 29 años, es bombero de profesión y trabaja en el parque de Llodio (Álava). Amaia Agirre, de 31 años, es médica y su pareja es el conocido alpinista alavés Julen Berrueko. Con gran experiencia de escalada en los dos casos, no pudieron hacer nada contra esta avalancha que los ha sepultado y que, por desgracia, lleva a darlos por fallecidos aunque no se hayan encontrado los cuerpos.
Las muestras de condolencia son numerosas en la sociedad vasca. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha trasladado su "cariño y apoyo" a la familias de los dos montañeros vascos desaparecidos. Y en los pueblos de donde son oriundos se han celebrado concentraciones en su recuerdo.