Juzgan a cuatro personas por retener y vejar a una joven "trans" para hacerle pagar una deuda
Los acusados retuvieron 11 horas en contra su voluntad a una chica transexual en un piso de San Sebastián, donde presuntamente la maltrataron y vejaron con insultos como "maricón" o "engendro"
15 febrero, 2023 13:37Cuatro jóvenes, tres varones y una mujer, serán juzgados este mes en la Audiencia de Gipuzkoa acusados de retener 11 horas en contra su voluntad a una chica transexual en un piso de San Sebastián, donde presuntamente la maltrataron y vejaron para intentar que saldara una supuesta deuda económica contraída con ellos.
La Fiscalía de Gipuzkoa reclama penas que suman diez años de cárcel para cada uno de los encausados, a los que acusa de un delito de detención ilegal, otro de extorsión, uno más contra la intimidad y un cuarto delito leve de lesiones, según informa Efe
Además de las penas de cárcel, el Ministerio Público demanda 4.800 euros de multa para cada uno de ellos, que compensen a su víctima con 4.040 euros y que no puedan aproximarse a la perjudicada ni comunicarse con ella durante catorce años.
Según el escrito de acusación provisional, al que ha acecedido la citada agencia, los hechos se iniciaron sobre las 22.00 horas del 23 de abril de 2020, cuando la víctima recibió una llamada de la mujer acusada, con la que mantenía una relación de amistad desde hacía tres años, en la que esta chica le pedía que le llevara "algo de comida" a su domicilio.
Media hora más tarde, la víctima acudió con una hamburguesa a casa de su amiga, donde también se encontraban los otros tres procesados, uno de los cuales cerró la puerta con llave a pesar de que la intención de la perjudicada era marcharse tras haberse fumado un cigarro.
Seguidamente, "aludiendo a una presunta deuda económica" que la damnificada debía "satisfacerles", los inculpados presuntamente comenzaron "a pedirle dinero", le revisaron la cartera y le advirtieron de que "no le dejarían marchar hasta que no les diera el dinero", al tiempo que le insultaron con expresiones como "hijo de puta, maricón, ni tu madre te quiere, engendro" entre otras frases vejatorias.
A continuación, los encausados le habrían dicho que, como era "una 'trans'" la iban a respetar, si bien insistieron en que no se iba a ir de allí hasta que no arreglara "el problema" económico que tenían.
Más tarde, los procesados habrían depositado sobre la cabeza de la víctima la ceniza de los cigarros que estaban fumando, presuntamente le lanzaron los mecheros a la cabeza, la registraron y le quitaron el móvil con el que la obligaron a llamar a su madre con el altavoz activado para pedirle dinero por una parte y tranquilizarla por otra, diciéndole que se iba a quedar durante la noche en casa de su amiga.
Tras pedirle las claves de acceso a la terminal, los acusados, presuntamente accedieron al móvil, descargaron aplicaciones de diferentes entidades bancarias e instaron a su víctima para que les diera su DNI para intentar operar "sin éxito" con ellas.
A pesar de que la damnificada insistía en que quería marcharse de allí, los procesados la sentaron en una silla en medio de la sala, le taparon la boca con cinta adhesiva durante varios minutos y presuntamente la golpearon, al tiempo que le amenazaron con ponerle una bolsa en la cabeza y le manifestaron que no iba a abandonar la casa hasta que no les diera "500 o 600 euros".
El escrito de la Fiscalía indica que los cuatro encausados presuntamente "reafirmaban" sus amenazas "quemándole las puntas de la peluca" que llevaba y "poniéndole un cuchillo en la cara, en el cuello y en la tripa", además de tirarle un vaso con líquido sobre la cabeza.
El documento aclara que la víctima pasó el resto de la noche "durmiendo sobre un colchón que le pusieron en una esquina" hasta que, sobre las 8.30 horas de la mañana, la perjudicada les ofreció una videoconsola de su propiedad a cambio del móvil que le habían quitado y el compromiso de que a lo largo del día contactaría con ellos para "darles todo el dinero".
De esta manera, varios de los encausados acompañaron a la perjudicada hasta su domicilio y, tras hacerse con la videoconsola, regresaron a la vivienda en la que se habían producido los hechos junto a la víctima, quien aprovechó un momento en el que un vecino salía del ascensor para "huir del lugar" y regresar a su casa, donde contó a su madre lo sucedido.