Los médicos certificaron que no podía sobrevivir, pero sobrevivió. Y sigue viviendo junto a su familia, que le cuida y aún tiene esperanza. Los familiares del joven Alexandru, más conocido como Alex, que sufrió una brutal paliza en Amorebieta-Etxano (Bizkaia) el 25 de julio de 2021, muestran ahora su "rabia" y "miedo" porque dos de los participantes en esa agresión ya están en libertad.
Según ha explicado a Efe una portavoz de la familia de la víctima de aquella agresión, un juzgado de Menores ha impuesto medidas de internamiento y libertad vigilada de entre 3 y 6 años por asesinato en grado de tentativa para ocho de los 16 implicados en la paliza, "pero dos de ellos, los que tenían menor pena, ya están en la calle".
Tras una vista oral celebrada en octubre, ese juzgado consideró probada la participación de los ocho menores que fueron arrestados por participar en aquella agresión junto a ocho personas adultas, sobre las que aún no hay resolución judicial.
El menor que tuvo una mayor participación en aquella paliza deberá que cumplir seis años en un centro de internamiento cerrado. Otros tres tienen impuestos cinco años a cada uno de ellos y dos más tendrán que permanecer internados cuatro años.
Además, todos tendrán que pasar dos años de libertad vigilada tras salir del centro. El octavo ha sido condenado únicamente a tres años de libertad vigilada.
Los hechos ocurrieron el 25 de julio de 2021 en un parque del municipio vizcaíno de Amorebieta-Etxano, donde un grupo de hombres de entre 15 y 38 años golpearon hasta dejar inconsciente a Alexandru de 23 años, que sufrió heridas de gravedad, entró en coma y a día de hoy parece severas secuelas neurológicas y una importante discapacidad.
A los autores de la agresión se les relacionaba con una banda juvenil violenta. "Los koalas", se hacían llamar. "Nos habían advertido desde el principio que iban a ser condenas pequeñas al ser menores de edad, pero bueno, al final por lo menos al que más daño le hizo le han caído seis años", ha manifestado la portavoz de la familia de la víctima.
Sin embargo, las medidas de seguridad que el juzgado ha impuesto a los menores no le parecen "suficiente para el estado en el que está Alexandru. No, de ninguna manera".
"Y el miedo que tiene la madre es que cuando salgan, le vuelvan a hacer algo", y ha advertido de que dos de esos jóvenes ya están en la calle tras pasar algo más de un año internados.
Por eso, ha añadido, la familia siente "temor y rencor". "La madre está luchando todos los días", llevando a su hijo a hacer rehabilitación, "intentando tener dinero para él, para cuidarle", pero le resulta muy duro porque "todo va tan lento y no ve progreso en su hijo en ese estado", ha expresado.