El pasado 6 de abril un hombre, de 35 años, fue secuestrado en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, por los conocidos como "Coyotes Mexicanos", personas que se encargan de pasar la frontera a Estados Unidos y a escondidas a ciudadanos de manera ilegal a cambio de un monto de dinero.
Una vez retenido y tras conocer que su familia residía en Euskadi, solicitaron a su madre -a través de mensajes de WhatsApp desde distintos números de teléfono- una suma importante de dinero a cambio de su liberación. Cantidad que debían recibir antes del 9 de abril, con la amenaza de que, de no ser así, matarían a su hijo. Como prueba de que su hijo seguía con vida, la mujer recibió también una serie de videos en los que se veía cómo su hijo estaba siendo amenazado y agredido, por lo que la familia acudió a la Ertzaintza el mismo 9 de abril para denunciar los hechos.
Según recoge Europa Press, desde ese momento, a través de la Unidad de Coordinación Policial de la Ertzaintza, vía Interpol, se facilitó un enlace directo con la policía mexicana, mientras que se movilizaron las instituciones a través de los agregados de los países implicados. Además, se contactó directamente con el encargado del área de Negociación y Manejo de crisis en la coordinación mexicana Antisecuestros y Delitos de Alto Impacto (CONASE), con quien la Sección Central de la Ertzaintza ya había colaborado en la resolución de otros secuestros en los años 2015 y 2021 en México.
Guiado por este grupo se inició una negociación táctica, realizada a través de la madre del secuestrado y dirigida a conseguir la mayor cantidad de datos y ganar tiempo hasta lograr la ubicación de los captores. Localización que se consiguió después de numerosas gestiones de geolocalización de los terminales con los que interactuaban los secuestradores, así como gestiones de investigación que lograron acotar la zona donde retenían a la víctima en Ciudad Juárez.
Así, el pasado 11 de abril, la Ertzaintza, en un operativo conjunto con el grupo policial táctico UECS (Unidad especializada en combate al secuestro) de Ciudad Juárez y en coordinación con la Fiscalía de Chihuahua, consiguió liberar a la víctima quedando bajo el resguardo de las autoridades mexicanas, quienes le acompañaron al aeropuerto para dirigirse a una zona más segura del país.