La sombra de Dimitri Piterman continúa rondando por los rincones de la ciudad del Vitoria-Gasteiz y del Deportivo Alavés. En esta ocasión, el empresario ucraniano no ha sido el protagonista, sino su mano derecha, el empresario cántabro José Nereo, quien fue vicepresidente del cuadro babazorro durante la estancia de Piterman en la capital vasca. Nereo ha sido condenado a 4 años y 3 meses de cárcel y al pago de una multa de 2,9 millones de euros como autor de un delito continuado de apropiación indebida y otro societario.
En esta causa también estaba metido el propio Dimitri Piterman, para quien la Fiscalía y el club pedían entre 7 y 9 años de cárcel por apropiación indebida, pero al no acudir a la cita judicial al alegar que tenía que someterse a una intervención quirúrgica en la rodilla en California, se dictó un auto de rebeldía y una orden de busca y captura. Según informa EFE, ha quedado probado que Nereo se dedicó a "distraer fondos" del Deportivo Alavés o permitió que lo hicieran "terceros u otros miembros del Consejo de Administración", lo que causó un perjuicio económico "grave" al club que se calculó en un total de 3,1 millones, de los que él debe pagar 2,9 'kilos'.
Dmitri Piterman presidió el Deportivo Alavés durante tres años.
Distraer fondos causó un perjuicio económico "grave" al Alavés que se calculó en un total de 3,1 millones de euros
Entre otras cosas, se detalla que el cántabro empleó dinero del equipo para costearse viajes y estancias en hoteles, tanto suyas como de terceros. Además "desatendió sus obligaciones mercantiles relativas a la legalización de libros" y "no llevó de forma fiel la contabilidad obligatoria durante los ejercicios 2004-2005, 2005-2006 y parte de 2006-2007, hasta que fue nombrado un nuevo consejo y se solicitó el concurso" de acreedores.
11 años después
De esta manera, el tribunal considera a José Nereo autor de un concurso real entre un "delito continuado de apropiación indebida" y un "delito continuado societario", pero le aplica la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, puesto que el proceso judicial se inició en el año 2013, es decir, que han transcurrido ya 11 años hasta que finalmente se ha dictado sentencia.
El tribunal considera a José Nereo autor de un concurso real entre un "delito continuado de apropiación indebida" y un "delito continuado societario"
El fallo judicial, además, informa que en 2004, tras ser nombrado miembro del Consejo de Administración y vicepresidente del Alavés, empleó su posición para apoderarse de fondos o permitir que terceros lo hicieran para "obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito".