El PNV tiene dos grandes batallas electorales en el próximo mes de mayo: la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Vitoria. En la capital de Euskadi el caso Larrion no ha hecho mella en la cotización electoral de Bildu y eso, como es lógico, preocupa en los círculos jeltzales. Pero hay cosas que rozan lo obsceno. La resaca de las excepcionales fiestas en Vitoria, con media ciudad fuera conforme Celedón subió de nuevo, la ha aprovechado el alcalde para dar a conocer un sociómetro que resta un concejal al PNV en la capital alavesa y deja un empate a siete ediles entre los jeltzales y Bildu. Coincidiendo, por cierto, con lo que ya apuntó el electopanel elaborado por EM-Electomanía para Crónica Vasca. Pero es que ese no era el único dato: los vitorianos protestaban en esa encuesta por la situación del tráfico en la ciudad, con polémica servida desde que el BEI llegó a la ciudad.
El año pasado este barómetro se hizo público en junio. Este año se ha hecho en agosto... cuando el muestreo y las encuestas se habían realizado a finales de mayo. El Ayuntamiento no ha hecho públicos los resultados hasta tres meses después de haber encuestado a la ciudad. Ahí es nada.