Otegi frente a la realidad de los pactos

Pedía el coordinador general de Bildu "deportividad" para la elección de alcaldes y diputados generales. Y agregaba que "la próxima alcaldesa de Vitoria tiene que ser Rocío Vitero y la próxima diputada general tiene que ser Maddalen Iriarte". Porque lo diga Arnaldo Otegi, que se olvida o no quiere acordarse de que en las elecciones forales y locales, como en las generales, se elige a unos representantes con unas mayorías y luego, entre ellos, se designa a quién tiene el poder. De primero de política. 

Otegi olvida porque le conviene, claro. Y, sin solución de continuidad, pide al mismo tiempo que "Joseba Asirón sea alcalde de Pamplona" cuando el candidato de Bildu quedó en segundo lugar. Siguiendo su argumentación sobre la "deportividad" y siguiendo con Navarra, la presidencia del Gobierno de la comunidad vecina debiera ser para UPN y no para el PSN. Igualmente, entonces el 'marotazo' -en 2015 Bildu propició con sus votos que Javier Maroto (PP), el más votado en Vitoria, no fuera alcalde- no debiera haber sucedido. Y así podríamos seguir con más casos y más casos. No merece la pena. 

Ya se ha dicho que Otegi olvida interesadamente lo que le conviene. No se puede caer en esa trampa tan burda. Los ciudadanos han elegido. Y ahora habrá alcaldesas y diputadas generales legítimas. Tan legítimas como las de Bildu que gobernarán gracias a acuerdos con otras fuerzas. Punto y final. A Otegi, como a cualquiera, sólo le falta aceptar la realidad, por dura que le resulte.