Josu Erkoreka tiene que resolver un conflicto de la Ertzaintza que parece imparable. Y a sólo unos días del mayor despliegue de seguridad de este cuerpo policial en años con motivo del inicio del Tour de Francia en Euskadi. El vicehelendakari y consejero de Seguridad es el principal responsable político -aunque no el único, eso es cierto- de este desaguisado que parece ir por muy mal camino. 

Pese a la extrañeza derivada de la irrupción del colectivo asindical que impulsa las protestas, lo cierto es que el problema del convenio de la Ertzaintza viene de antiguo. Diez años sin actualizarlo son demasiados años. 

Este viernes el propio lehendakari tomaba cartas en el asunto al anunciar una reunión que ojalá sirva para cambiar las cosas. Más allá del desgaste político de unos u otros, el diálogo entre el Gobierno vasco y los funcionarios públicos se antoja casi obligatorio. Ya es hora de alcanzar una solución que satisfaga a ambas partes.