Semana de máxima actividad a todos los niveles en Siemens Gamesa, que sigue luchando por recuperar la viabilidad del negocio de aerogeneradores terrestres. Tras un ejercicio 2024 (finalizó en septiembre) con más de 1.700 millones de pérdidas, la eólica con sede en Zamudio ha anunciado estos días la venta de dos plantas del negocio eléctrico, en Valencia y Madrid, así como un nuevo ERTE para el área de multiplicadoras que abre una gran incógnita sobre el futuro de plantas como la de Asteasu.
Dentro de la oleada de incertidumbre la compañía que encabeza Vinod Philip se compromete en la mesa de empleo a reducir el duro ajuste laboral anunciado hace unos meses y que se aplicará el año que viene. Finalmente el mordisco a la plantilla será de 255 trabajadores y, aunque no se esperan medidas traumáticas, la medida sigue ahondando en la pérdida de peso de una compañía que un día fue la joya de la corona de las renovables en Euskadi.