Como ha avanzado esta semana Crónica Vasca, la dirección de Mercedes Vitoria ha comunicado a la plantilla una serie de medidas para bajar de tres turnos a dos a partir de marzo por la menor demanda de furgonetas. La más relevante por su impacto social y económico es la no renovación del contrato de unos 300 eventuales, lo que se sumará a una serie de días de suspensión con sueldo rotatorios para aligerar el volumen total de trabajadores en activo.
La principal factoría de Euskadi no vive ajena al ruido exterior en torno al futuro de la automoción, para la que Bruselas ha abierto una rendija de esperanza con el anuncio de un nuevo plan de acción precisamente en marzo que, en todo caso, llega demasiado tarde para Mercedes, que ya sufrió un importante descenso de las ventas el pasado año. El peso que tiene la multinacional germana en la economía vasca hace que cualquier bache tenga importantes consecuencias para todo el territorio.