Este jueves trascendía que el barco vasco de rescate Aita Mari ha demandado a Vox por referirse al mismo como "barco de negreros". Palabras burdas que sobran en el debate público de Euskadi. Como también sobra, por extemporánea, la obsesión del mismo partido, denunciada en este diario, de rebautizar a nuestra comunidad como "vascongadas".
Se antoja más que recomendable que el partido que dirige el vasco Santiago Abascal escoja otros términos para hablar en Euskadi y sobre Euskadi. Porque discursos así aportan poco o nada a la convivencia y, menos todavía, a la mejora de la vida de los ciudadanos, que es a lo que deben dedicarse los políticos de todo signo.
Debates estériles y términos burdos sobran en Euskadi. Y en cualquier parte.