La declaración de intenciones del consejero de Industria, Mikel Jauregi, para un futuro Puerto de Pasaia bajo gestión del Gobierno vasco confronta con las dudas que han mostrado no solo el resto de fuerzas políticas, también algunos agentes del entorno portuario.
El consejero afirma que se persigue un aumento de la actividad y de los puestos de trabajo con la firma del traspaso, cuando es eso precisamente lo que está en duda. Porque la realidad es que de un puerto del nivel del guipuzcoano dependen las alubias de muchas familias y nunca fue buen argumento mezclar las alubias con los intereses políticos.
Si algo necesita un ecosistema tan amplio como el portuario es certidumbre y seguridad jurídica, además de un plan a medio plazo libre de volantazos y cambios bruscos en la gestión.