Euskadi ya tiene su hoja de ruta para dar el impulso que necesita a la generación renovable. Ha costado pero el departamento de Arantxa Tapia lanza al fin el Plan Territorial Sectorial (PTS) de renovables, una especie de guía para dar cauce al apetito creciente por invertir en parques eólicos o plantas fotovoltaicas. Más allá de medir el rechazo social que queda a este tipo de instalaciones quince años después del primer intento, porque se incluyen en el PTS zonas y cimas muy sensibles para los vascos, el plan servirá para poner orden, aunque sea relativo, al boom de proyectos en tramitación.
A partir de ahí habrá que ver si realmente llega el acelerón esperado a nivel burocrático y los primeros parques eólicos pueden ver la luz, como está anunciado, entre finales de 2024 y 2025. Solo de esta forma Euskadi podrá dar pasos realistas en ese objetivo de ganar cuota de generación renovable en suelo propio hasta superar el listón del 20% de la tarta energética global.