El cooperativismo que encabeza Rosa Lavín necesita un impulso

Las cooperativas vascas se quedan fuera de la mejoría general del mercado laboral a raíz de la pandemia. El número total de trabajadores baja ligeramente desde el cierre de 2020, según datos de la agrupación de cooperativas Konfekoop que encabeza Rosa Lavín, precisamente después de un año de covid muy positivo. 2021 y 2022 son años de pérdida de trabajadores para las cooperativas, un balance muy condicionado por los rigores de Eroski, uno de los buques insignia de este modelo empresarial.

Las cooperativas de Euskadi dan trabajo en total a 56.800 personas con una contribución a la economía vasca de en torno al 6%, un nivel sostenido en los últimos años. Y eso que varias de las grandes firmas de este tipo han vivido momentos críticos como la propia Eroski o, en este caso con resultado irreversible, la emblemática Fagor Electrodomésticos. Otras dos grandes firmas de este tipo, Orona y Ulma, inician su andadura fuera de la órbita del grupo Mondragón.