Gotzone Sagardui siempre está en el punto de mira. Las estructurales deficiencias en Osakidetza no se lo ponen sencillo a la consejera de Salud del Gobierno vasco. Y esta misma semana ella ha presentado un plan para paliar el gran entuerto de las listas de espera. Un plan que tiene claroscuros.
Porque es justo señalar que Sagardui se está esforzando sobremanera en su búsqueda de soluciones a unos problemas que son más que complejos, con unas causas bastante diversas y, por ello, difíciles de combatir.
La idea de derivar los pacientes de Osakidetza a la sanidad privada puede funcionar para reducir las listas, pero cabe plantearse si dicho planteamiento va en consonancia con los deberes de un servicio público. Quizás existan otras soluciones, aunque es cierto que se antojan complicadas.