La multinacional japonesa Bridgestone tiene en Basauri, en Bizkaia, una de sus principales plantas en España, uno de los países con más peso en el sur de Europa. El fabricante de neumáticos, que tiene a José Enrique González al frente de esta división, encaraba 2023 con el objetivo de lograr mejorar la producción en España pero, al menos en el caso de la factoría vizcaína, con 900 empleados, se va a quedar lejos incluso de los registros de 2022.
La delicada situación del mercado de automoción en Europa, en especial en potencias como Alemania o Francia, lleva a la firma japonesa a recurrir a un ERTE en la segunda parte de diciembre porque ha agotado los días de flexibilidad pactadas en convenio, y alargará esta medida al menos en la primera parte de 2024. Las perspectivas para el próximo año no son buenas y la multinacional quiere tener asegurado un colchón a nivel laboral en caso de que la demanda no se recupere.