La empresa alavesa Tubos Reunidos afronta en 2024 una nueva fase tras la reorganización interna que pone fin a la producción de la acería de Productos Tubulares, en Trapagaran, para concentrar la actividad de fundición en la sede central de Amurrio. Una apuesta central en el plan estratégico para estos años orientada a mejorar la eficiencia y ahorrar costes que, con retraso, ve la luz en este arranque de año. Tras una segunda mitad de 2023 delicada a nivel de mercado y la puesta en marcha de un ERTE, el sector encara estos primeros compases del nuevo año también con unas perspectivas bastante grises.
Además, el nuevo ejercicio se abre tras la llegada al puesto de presidente no ejecutivo de Josu Calvo, que de alguna forma viene a sustituir a Francisco Irazusta, que dejó la compañía en verano de forma sorpresiva. De momento Calvo compaginará este puesto con el de consejero delegado de Gonvarri, con lo que se espera que siga siendo el director general del grupo, Carlos López de las Heras, quien ejercerá la máxima responsabilidad en la gestión del día a día en el fabricante de tubos alavés. Para cerrar la semana la turbera ha anunciado la reducción de más de una cuarta parte de la deuda, 114 millones de euros, tras un acuerdo con la banca.