Vidrala completó un 2023 más que satisfactorio, con un beneficio de 233 millones de euros, un 53% más que en 2022, y un importante incremento de la facturación. Aun así el final de 2023 y el inicio de 2024 coinciden con un punto de inflexión en la andadura del fabricante de recipientes de vidrio que encabeza Carlos Delclaux, en pleno desembarco en latinoamérica y poniendo punto final a su aventura en Italia.
La venta de la filial italiana anunciada esta semana permite sacar chispas a la entrada en mercado italiano hace 20 años y reforzar económicamente la operación para acceder a Brasil, un país donde el sector del vidrio está en clara expansión. El tiempo dirá si la apuesta es acertada y si Vidroporto cumple esas expectativas de crecimiento en un momento, según ha advertido la firma alavesa, de cierto frenazo de la demanda en los principales mercados europeos tras años muy alegres por el tirón de la hostelería después de la pandemia.