Teresa Ribera y su postura en la pelea entre dos gigantes empresariales

La ministra para la Transición Energética y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha sido noticia esta semana por opinar acerca de la batalla judicial entre Iberdrola y Repsol. Por un lado, se reafirmaba en su posición "neutra" ante ambas compañías, pero por otro solicitaba al CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, que continúe con "la transformación de su compañía en una empresa de servicios energéticos coherente y compatible, y yo diría congruente con esa necesidad de descarbonización y ese compromiso de dejar atrás los combustibles fósiles que adoptamos en Dubai con el respaldo de más de 190 países, incluidos todos los países productores de combustibles fósiles".

"Soy absolutamente neutra, pero sí se dónde estoy, en una agenda verde que no puede inducir a confusión ni a error", aseguraba, y subrayaba que esta demanda entre empresas supone un "planteamiento novedoso". "No es solamente una cuestión de publicidad engañosa que pueda ser considerada o que una compañía considere que puede inducir a error por parte del consumidor, es que hay una compañía que entiende que esto puede distorsionar las condiciones de mercado", ha destacado.

Sin embargo, las palabras de Ribera no han sido bien recibidas por Imaz. "Nos revelamos ante aquel que ve la industria como un problema", ha expresado. El consejero delegado de Repsol ha subrayado que sus refinerías generan 28.000 puestos de trabajo en España y ha subrayado que su objetivo es "reducir su huella de CO₂ para mantener y hacer crecer el empleo industrial en España". Eso sí, ha tendido la mano a Ribera con estas palabras de reconciliación: "Me gustaría, y lo deseo de todo corazón, que tengamos la cercanía de la ministra, que tengamos su ayuda, que tengamos su colaboración en este objetivo", ha concluido, solicitando un acercamiento de posturas por parte del Gobierno.