
El presidente de Kutxabank, Antón Arriola / LUIS TEJIDO - EP
Corren tiempos felices en el sector financiero después de unos años complicados por los rigores del estallido de la crisis hipotecaria y económica de 2008. La banca vasca vuelve a sonreír con récord de beneficios gracias a los altos márgenes de intereses y eso se traduce en una mayor solvencia para apostar por crecer.
Tras años de estrecheces, las principales entidades de Euskadi se suman a la pelea por encontrar profesionales cualificados en la que llevan años otros sectores. De los planes de expansión de plantilla anunciados recientemente destaca el de Kutxabank, que prevé incorporar a cerca de medio millar de empleados en dos años en el marco del llamado plan Benetan. El banco que preside Antón Arriola había iniciado ya un proceso de ampliación de plantilla que se consolida en ese plan estratégico en lo que supone un importante pilar para el mercado laboral vasco en los próximos años.