
Francisco Riberas, de Gestamp
La compañía vasca Gestamp anota una fuerte bajada del beneficio en el inicio de 2025, aunque sostiene el nivel de ventas lo que le permite aspirar a repetir unos ingresos por encima de 12.000 millones de euros al término del ejercicio. En plena tormenta perfecta en la automoción y una fuerte caída de la producción de automóviles en Europa y Estados Unidos, la multinacional con sede en Abadiño lucha para ampliar mercados en las zonas donde aun crece la producción como China, así como para consolidarse como proveedor preferente de las marcas del país asiático.
El presidente de Gestamp, Francisco Riberas explicó en la junta de accionistas celebrada en Bilbao el jueves que la compañía tiene ahora por objetivo, con un volumen de ingresos elevado asegurado, reforzar el control de costes e impulsar la rentabilidad, en especial en México y Estados Unidos. Pese al descenso del beneficio Riberas afirmó que la compañía mantiene "la rentabilidad y la fortaleza financiera en un momento de gran volatilidad en el sector".