Maddalen Iriarte alcanzaba este domingo en Gipuzkoa la gloria que se le resistió cuando fue candidata a lehendakari. Con su gran victoria frente al PNV, la candidata de Bildu demostraba que colocarla en esa plaza era una buena idea para los intereses de la coalición abertzale.
Su remontada en las urnas, con 5 junteros más, es inapelable. Cuestión distinta es que consiga ser diputada general, porque los hipotéticos pactos postelectorales apuntan a todo lo contrario.