La aprobación en el Parlamento Vasco de la ley de Transición Energética y Cambio Climático permite a la consejera del ramo Arantxa Tapia cerrar la legislatura con una sonrisa. No solo porque recibe luz verde una ley clave para el desarrollo del futuro modelo energético de Euskadi en base a las renovables, también por la capacidad del Ejecutivo (PNV y PSE) de lograr que una formación como EH Bildu se sume a la misma.
La descarbonización de la economía y la sociedad en general es uno de los grandes retos de Euskadi a corto y medio plazo, con algunos primeros obstáculos que sortear ya mismo, comenzando con los interminables trámites que deben sortear los promotores para poder acometer proyectos de generación renovable, así como con el rechazo social que aun generan algunas de estas tecnologías. Tapia logra colocar la primera piedra a nivel legal con el plus político de EH Bildu, formación que por su parte consuma su movimiento hacia posiciones posibilistas en el terreno energético.