PNV, PSE-EE aprueban junto con Bildu la Ley de Transición Energética y Cambio Climático
Los socios del Ejecutivo vasco han pactado con la coalición soberanista el apoyo a una de las normas más importantes de esta legislatura, pese al rechazo expreso de una parte del sector agrícola que se ha manifestado frente al Parlamento autonómico
8 febrero, 2024 12:10La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ya tiene su gran despedida del Parlamento vasco. Este jueves, en uno de los últimos plenos de esta legislatura, la Cámara autonómica, con los votos a favor de los socios del Ejecutivo vasco (PNV y PSE-EE) y de EH Bildu ha aprobado el proyecto de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de Euskadi. Una norma que durante meses ha estado colgando de un hilo y cuyo proceso se ha completado con el apoyo de 60 de los 75 parlamentarios.
Con esta Ley tapia logra poner el broche de oro a cuatro años al frente de este departamento y consigue sacar adelante una de las normas prioritarias para el Ejecutivo de Iñigo Urkullu. Por contra, el proyecto de Ley ha sido rechazado por el resto de grupos parlamentarios: Elkarrekin Podemos, PP vasco, Vox y Ciudadanos, al considerar que la norma era, para algunos, poco ambiciosa; y para otros, demasiado restrictiva y contraria a las grandes empresas del sector energético, agrícola y ganadero.
Durante el debate y votación de este proyecto de ley, y en línea con las movilizaciones que en los últimos días han protagonizado los trabajadores del sector agrícola, cerca de un centenar de personas se han movilizado ante el Parlamento vasco como forma de protesta en contra de una norma que consideran negativa para su actividad laboral.
Esta, entre sus principales objetivos, prevé avanzar en la neutralidad climática, la resiliencia y la transición energética justa para el año 2050. Aunque, según ha explicado, "realizará los esfuerzos necesarios" para adelantar este proceso a 2045. Todo esto a través de medidas, -recogidas en 48 artículos, siete disposiciones adicionales, una disposición transitoria y otras siete finales-, que contemplan el pago de un canon anual a las instalaciones de energía eólica y fotovoltaica; así como un plan de desinversión de los combustibles fósiles y la descarbonización del tejido industrial vasco que de pie a un mayor desarrollo de las energías renovables.
Canon a las renovables e inversión presupuestaria
Según ha defendido Tapia durante su intervención inicial, esta nueva Ley de Cambio Climático afronta un gran reto, "aprovechar las oportunidades del proceso de transición energética para impulsar la competitividad a través de la transformación de la industria vasca basada en un desarrollo tecnológico e industrial y en la descarbonización".
Para alcanzar esto, se establece que los Presupuestos Generales de Euskadi destinen un 2,5% a adoptar medidas contra el cambio climático. Además, el resto de instituciones públicas, como Ayuntamientos de municipios con más de 5.000 habitantes y Diputaciones Forales, tendrán que aprobar planes propios para afrontar la emergencia climática.
Así, esta norma, vista también por Bildu como una ley "necesaria" y cuya aprobación no podía extenderse a otra legislatura, pretende que para 2030 las emisiones se hayan reducido al 45% y que el consumo final de energías renovables se sitúe en el 32%; así como alcanzar un ahorro de energía de un 12% para ese mismo año y de un 37% para 2050. Además, la norma obliga a que para 2030 desaparezcan las inversiones en aquellas empresas y proyectos dedicados a explorar, refinar o procesar combustibles fósiles, incluidas aquellas dedicadas a generar electricidad a través de este tipo de combustibles.
Aunque uno de los puntos que más destacan en este proyecto de ley es el canon anual a las instalaciones de energías renovables en suelo no urbanizable. Medida que revertirá en los municipios afectados y que entrará en vigor a partir del 1 de enero del próximo 2025. Este gravamen estará dedicado a paliar los efectos provocados por la instalación de placas solares y generadores eólicos.
Ley de consensos
Uno de los grandes logros de esta norma ha sido conseguir el apoyo de EH Bildu. Junto a los soberanistas la ley ha recibido el apoyo del 82% de la Cámara, dejándola como uno de los grandes consensos de esta legislatura.
Así, desde EH Bildu, el parlamentario, Mikel Otero, uno de los protagonistas en las negociaciones con Tapia y el resto del Ejecutivo ha destacado la actitud que tanto su formación como PNV y PSE han tenido a la hora de adaptar el texto final a las peticiones de la coalición abertzale. Aunque ha recordado que el texto final está lejos de ser perfecto, y muchas de sus demandas "han quedado desatendidas". Con esto, ha insistido en que el próximo Gobierno "lo dirija quien lo dirija, tendrá esta ley que marca una dirección a favor de la socialización de energía, de energías renovables, de dejar a un lado las combustibles fósiles, pero es un largo recorrido a hacer frente a la crisis ecológica".
También el parlamentario del PSE-EE, Alberto Alonso, ha celebrado la aprobación de esta nueva ley dirigida a luchar contra "décadas de consumo indiscriminado de combustibles fósiles" que han creado "una sociedad y una economía desigual".
Desde de la oposición, Elkarrekin Podemos-IU, el parlamentario, David Soto, ha incidido en que esta norma no alcanza la ambición de otras similares "de referencia estatal", como la aprobada en el Congreso de los Diputados en 2021. En esta línea, ha justificado el voto en contra de su formación en que grupo parlamentario presentó 116 enmiendas y ninguna de ellas fue aprobada, a excepción de una de carácter técnico. Por parte del grupo popular, la parlamentaria, Muriel Larrea, ha criticado que socialistas y jeltzales hayan elegido "compañeros de viaje a quienes siempre les llevan al extremo", y ha aseverado que muchas de las medidas establecidas en la norma "no se van a poder cumplir".