Dominion sigue presentando buenos resultados, pero lo más importante es su fuerte apuesta por la taxonomía en su funcionamiento. Así, la compañía vasca ha comenzado a desinvertir en aquellas actividades no taxonómicas para centrarse en las que sí lo son. Según la normativa europea, las actividades económicas de transición, las actividades económicas facilitadoras y las actividades sostenibles per se o bajas en carbono son actividades taxonómicas. Así, la sostenibilidad de sus planteamientos y el interés en el impacto social marcan el recorrido a seguir por la firma liderada por Mikel Barandiaran.
Por otro lado, han decidido desprenderse de parte de sus activos, traspasando la propiedad de algunos de sus parques fotovoltaicos, ya que no quieren convertirse en productores independientes de energía, sino únicamente dedicarse, en origen, a su diseño y construcción, y posteriormente al mantenimiento de esas infraestructuras, señalan. Este año prevén desprenderse de 400 MW que instalarán en Latinoamérica y Europa, lo que les permitirá aumentar sus ingresos e ir amortizando la deuda acumulada.
Su objetivo ahora pasa por centrarse en sus principales líneas de negocio, como son sus servicios relacionados con las energías renovables, infraestructuras sociales como hospitales, e infraestructuras industriales, con las que han conseguido mejorar sus márgenes por encima de lo establecido.