Koldo, más conocido como 'Punky', es uno de los concursantes que más juego ha dado en esta edición de 'El Conquistador del Caribe'. Este lunes asistimos cariacontecidos a su eliminación, trufada de algunos de esos momentos ilógicos que siempre regala su protagonista. Y, en realidad, poco más pudimos ver, porque fue un programa bastante soso en comparación con los precedentes. Sin duda, el más vacío de contenido en lo que va de edición.
Este episodio de 'El Conquis' traía causa del capítulo anterior, emitido el lunes pasado y que ya nos resultó bastante flojo. Aquel quedó incompleto, porque faltaba la prueba de eliminación del equipo azul, que perdió la anterior lucha por la inmunidad, y asimismo faltaba por ver si había premio para el equipo rojo después de su victoria.
La segunda duda duró poco, porque al principio de la noche vimos cómo los rojos recibían un premio extraordinario para lo que suele verse en este programa: comida abundante, baño en aguas termales y masaje. Una delicia para los sentidos de los Yocahu, que al final del disfrute se enteraban de que llega la unificación y, por ello, había que decir adiós a sus capitanes, Andrea y Aitzol, a los que despidieron con uns tristeza bastante lógica.
La verdadera incógnita de la noche tenía color azul. En la prueba de eliminación se enfrentaban Unai, nominado por los rojos, Enetz, designado por los capitanes azules, y el citado 'Punky', señalado por sus compañeros. Señalado pero porque el propio Koldo había pedido ser nominado, algo que no contó en un principio y que le terminó llevando al primero de sus callejones sin salida.
Para decidir quién era el eliminado, los tres miembros del equipo Corocote tenían que enfrentarse a un duro reto: buscar banderines en un laberinto, arrastrándose por el barro y con los ojos vendados, guiados solo por las indicaciones de sus ayudantes. Fue una prueba verdaderamente emocionante, lo mejor de la noche o lo único interesante, donde Enetz, tan callado hasta ahora, dio una lección de pundonor con su clara victoria y donde luego Unai protagonizó una tremenda remontada que le permitió imponerse a Punky, que por ello quedó eliminado. Eliminación que no tuvo exenta de polémica porque el susodicho, en otro de esos momentos inexplicables, tuvo un detalle horrible al tirar el banderín de su hasta entonces compañero...
La verdad es que Koldo/Punky se marchó demostrando otra vez que divierte más al respetable cuando toca la trompeta que cuando tiene que dar explicaciones. Sus argumentos para justificar por qué mintió sobre su nominación y por qué lanzó el banderín de su rival eran sencillamente imposibles de entender. Pese a esta amarga forma de marcharse, es de justicia reconocer que el alegre Punky, con sus contradicciones y su trompeta, ha sido uno de los personajes más divertidos de esta edición de 'El Conquis'. Sus lágrimas de despedida y sus últimas melodías ya son historia del programa.
Poco contenido de interés, por tanto, acaso porque los hacedores de 'El Conquis', que habitualmente aciertan sobremanera en el montaje, en esta ocasión han repartido un buen capítulo en dos mitades incompletas. Será, como alguien decía en 'El señor de los anillos', la calma que precede a la tempestad, porque la fase de unificación promete curvas. Nuevos capitanes. Nuevos equipos. Nuevas dinámicas. Nuevas alianzas. Lo mejor, tras dos semanas regulares, está por venir.