Javier Díez Carmona (Bilbao, 1969) es licenciado en Económicas, pero lo traemos a Crónica Vasca por su escritura y no por sus conocimientos sobre las empresas de Euskadi. Tras lograr múltiples premios en certámenes literarios de relatos, empezó a escribir novelas. Con su anterior obra, 'Justicia', le llegó el gran éxito. Algo que continúa ahora con 'Solas', que, como ha dicho el aclamado Toni Hill, es "una novela negra contundente, impecable en el estilo y cargada de tensión de la primera a la última página". Cualquier lector, y quizás más los amantes del País Vasco, no puede soltar esta historia una vez adentrado en ella. 

'Justicia' era un homenaje a Bilbao. Ahora, en 'Solas' contrasta el centro de Bilbao con un ambiente salvaje, del Euskadi más aislado y más verde, el de Las Encartaciones...

Me apetecía hacer algo un poco diferente. 'Justicia' es una novela muy urbana, de bajos fondos. Y el propio paisaje me llamó, porque yo vivo en Balmaseda, ese paisaje que se ve desde Carranza, los caseríos dispersos, la niebla... ¿Qué puede suceder ahí? Y cuando tienes la mente truculenta se te ocurren cosas.

¿Es más una novela negra o un thriller?

Es una mezcla, creo que me ha quedado más a ritmo de thriller, pero iba buscando el aspecto propio de la novela negra que es la denuncia social, en este caso de la intolerancia contra las mujeres que viven su propio camino, contra el machismo.

Con el título, 'Solas', se refiere a la soledad de las mujeres y al miedo a esa soledad, ¿no es así?

Sí, a la injusticia de que tengan que tener miedo. Parece que si una mujer se compra una casa aislada en el monte, todo el mundo le pregunta si tiene miedo. Hay un machismo brutal porque hay gente que considera a la mujer solo como una víctima propiciatoria, porque en el fondo consideramos que una mujer para estar segura tiene que estar cerca de un hombre.

El escritor bilbaíno Javier Díez Carmona.

¿Por qué ambienta sus obras en su casa, en Euskadi?

Mi primera novela ocurre en Nicaragua y la segunda en Barcelona, pero ahora he vuelto a casa, sí.

Contra lo habitual en el género, en su novela hay poco diálogo y mucha descripción precisa de unas cuantas cosas.

Es mucho más ágil una novela con diálogo, porque las páginas pasan más rápido, pero a me gusta involucrar a los lectores, meterles en el ambiente, que forme parte de los hechos. Es un estilo de ambientación y descripción.

Que usted forjó escribiendo relatos...

No lo sé, pero desde luego esa ha sido mi carrera, a raíz de presentarme a certámenes de relato corto y ahí tienes que hacerlo todo: sorprender al lector y atraer al jurado, y esos elementos los incluyo en mis obras, supongo. 

¿Habrá más historias oscuras suyas ambientadas en Euskadi?

La siguiente va a ser con el mismo protagonista, y en Bilbao. Va a tomar elementos de ambos y va a ser una trilogía de novelas independientes. Porque cada una posee su historia cerrada.

Por último, ¿qué ha pasado para que de repente haya este boom de novelas negras en Euskadi?

No lo sé, no tengo ni idea de qué ha sucedido. Quizás el boom de Dolores Redondo o quizás es que la gente ha empezado a comprar más novela negra. Lo que sí sé es que hay muchos autores de muchísima calidad en Euskadi ahora mismo. Hay muchos que escriben muy bien, Ibon Martín, Mikel Santiago o Noelia Lorenzo, pero ya digo que no tengo muy clara la razón. No somos jóvenes que hayamos salido ahora. No lo sé, será el clima...

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