Mikel Santiago (Portugalete, 1975) es quizás el mejor exponente de esa generación de escritores vascos que arrasan con thrillers donde se entremezclan los crímenes atroces y los ertzainas con problemas, por un lado, y la bruma del ambiente y el paisaje verde de Euskadi, por el otro. Triunfó con la trilogía ambientada en el imaginario Illumbe de la costa vasca: tres novelas ('El mentiroso', 'En plena noche' y 'Entre los muertos') que pueden leerse por separado y donde brillaba un personaje especial como la agente Nerea Arruti. Su nueva obra es 'El hijo olvidado' (Ediciones B), que ya arrasa entre los lectores y cosecha buenas críticas. Un agente de la Ertzaintza que tiene que defender a su sobrino, acusado de asesinato, es el centro de la trama. De sus tripas, pero sin 'spoilers', charla este autor con Crónica Vasca.
Vuelve Mikel Santiago y vuelve un agente de la Ertzaintza como protagonista... ¿Se nos viene una trilogía como la de Illumbe?
Es pronto para decirlo. Cuando nació 'El mentiroso', la idea era contar una sola historia, ensayar el escenario, pero lo demás vino un poco rodado. De alguna manera las novelas cayeron como piezas naturalmente en aquel Illumbe imaginario. Ahora el desafío era alejarnos de allí, de todas esas desgracias y explorar otras zonas de Bizkaia que dan para mucho. En esta novela Arruti está desaparecida, pero es una obra independiente en la que estrenamos a Aitor Orizaola, que es un personaje potente, con muchas posibilidades. Cuando empiece a pensar en nuevas tramas, tendré que pensar si le pongo a trabajar. Ninguna posibilidaad está cerrada.
En todo caso, ¿todo forma parte de un mismo universo?
Realmente sí. Ese es el punto de unión de las cuatro novelas. Son personajes que nacen en otra obra, que me divierte reutilizarlos y jugar a ese juego en cada libro. Para mí la premisa es no crear cautividades en los lectores, que no necesiten leer el resto de libros, que cada uno sea independiente. Pero es cierto que en mi universo creativo todo es coherente.
Una novela es como un sueño: las emociones parecen exageradas y tienen un tempo rápido pero que funciona. Creamos una experiencia muy rápida de forma que todo está encajado para que sea divertido. Pero eso no significa que nos lo inventemos todo
En este libro usted se adentra en la corrupción. ¿Es verosimil lo que cuenta en la Euskadi de hoy o son sólo sueños de un escritor con mucha imaginación?
Siempre hay un escritor con mucha imaginación detrás, además de alguien que quiere crear novelas con enigmas intrincados. La imaginación al poder siempre. Pero lo que se cuenta en 'El hijo olvidado' podría ser cierto. Por muchas razones, algunas no puedo desvelarlas, pero están relacionadas con mucha documentación que he obtenido...
Una novela es como un sueño: las emociones parecen exageradas y tienen un tempo rápido pero que funciona. Creamos una experiencia muy rápida de forma que todo está encajado para que sea divertido. Pero eso no significa que nos lo inventemos todo. El mundo real es la base. Aquí se habla mucho de la zona gris en la que tiene que actuar la policía, con la picaresca y la creatividad, no digo en la ilegalidad.
Orizaola es, como Nerea Arruti, un personaje con sus tormentos y problemas profesionales. ¿Dónde quedan los agentes sin sombras? ¿Acaso todos tenemos esas sombras?
Orizaola tiene cuarenta y muchos. Con esa edad no es demasiado exagerado decir que todos tenemos más de un rollo en la cabeza. Esta es una novela generacional, de los que tenemos esa edad y lo que se cuenta, si no nos toca a nosotros, lo hemos oído. Por ejemplo, los problemas por el divorcio como le pasa a Orizaola, o las movidas con tus hijos... Esta novela presenta los problemas típicos de una edad. Hay algunas escenas de la novela que arrancarán carcajadas a los que tienen hijos...
¿Por qué la familia es tan importante en la obra?
La familia, lo importante que es la familia, por muy rota y machacada que esté, es el motor de la novela. Las tramas funcionan mejor si hay un gran tema y el escritor lo tiene claro -muchas veces tardas en descubrirlo-. Mónica, la hermana de Aitor, y Denis, que fue casi un hijo para el protagonista, son la clave. Las familias a veces necesitan que haya un problema grave para que actúen juntos, como un puño, que se unan contra una conspiración horrenda.
Creo que a usted le interesa mucho la mentira en todos los ámbitos. ¿Son necesarias las mentiras?
Diría que en este libro es más la culpa por saber que estás haciendo algo que es incorrecto. No comportarse como se espera de uno. En el caso de Orizaola está molestando a sus compañeros y le da igual enfrentarse a todo el mundo. El sentimiento que le va acompañar toda la novela es la culpa. Pero también hay mentiras, por supuesto.
Ibon Martín, usted... ¿Han puesto de moda el llamado 'Euskadi noir'?
A ver, sí es cierto que es una etiqueta que funciona. Lo oyes por ahí en referencia a "los autores del norte". Somos una generación de autores de novela criminal que la gente respeta. Compartimos lectores. Se ha creado esa especie de aura de que hay calidad en nuestros libros, de que son fiables. No hemos creado esa etiqueta, sino que ha ocurrido de forma natural. Somos autores muy diferentes pero a todos nos viene bien esta etiqueta que vende mucho. Tenemos diferentes planes, diferentes aventuras. Yo, desde luego, no tengo razones para alejarme de esto.
¿Cómo fue aquello de presentar una serie de televisión de 'true crime' como hizo en EITB con 'Los siete pecados capitales'?
Honestamente, en esta profesión hay que decir que sí. Yo soy muy aventurero, el escritor además vive de sus aventuras, hay que meterse en líos para tener material, para que te pasen cosas divertidas. Me llegó así, sin 'casting', me habían elegido. Me lo pensé un poco, así como un minuto (risas). Es como si alguien me dijera si me voy en un carguero tres meses hasta Alaska, claro que iría. Y fui de cabeza, sin casco. Con sus buenas cosas y sus cosas malas, es una experiencia grata y he sacado unos cuantos amigos. Yo intepreneaba un papel y lo resolví como pude. No me sentí demasiado raro. Tendré cierta veta de periodista...
¿Volverá Nerea a nuestras vidas?
Sí, está de vacaciones. La gente pide Nerea, pero tengo que decir, aunque suene presumido, que hay muchos personajes que la gente quiere que vuelvan. Tienes que encontrar la trama. Tengo ganas de rescatarla.