De escritores, prisioneros, piratas, corsarios, hambrunas y desterrados
Fuerteventura, la isla amable que cautivó a Unamuno
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Muchos desterrados y la deuda con uno de ellos
Durruti, el marqués de Cortina, Rodrigo Soriano, el Contubernio de Múnich, Unamuno... muchos fueron los desterrados a Fuerteventura, pero fue este último quien la hizo visible.
"Mi querida Concha", comenzaba el precursor de la Generación del 98 las cartas dirigidas a su mujer, a quien contaba sus impresiones sobre la remota isla que Fuerteventura era hace un siglo.
El destierro llevó hasta Fuerteventura a Unamuno que dio vuelta al castigo para convertirlo en descubrimiento. Tras recorrerla de norte a sur, en solo cuatro meses, el bilbaíno pasó de ver sólo desolación y miseria a admirar sus paisajes y gentes.
Con ellos y otros desterrados como Rodrigo Soriano, este sumamente impactado por las carencias de la isla, Unamuno se reunía en el Hotel Fuerteventura, hoy convertido en casa museo gratuito de Puerto Rosario, capital de la "isla tranquila" que le ha nombrado hijo adoptivo.
Abandonando la idea de huir, aprovechó su estancia para leer y comprender las circunstancias de los pobladores. Sus fotos, sonetos, libros y menciones constantes a playa Blanca o Montaña Quemada, sus lugares favoritos, invitaron al mundo a visitar Fuerteventura, a la que devolvió el valor de su identidad derribando la visión hostil que se tenía de ella.
Hoy, muchos de los 2,3 millones de turistas que llegan con intención de aprovechar las 3.000 horas de sol anuales, se sorprenden al comprobar que las calles de Puerto Rosario exhiben una importante colección de esculturas de arte urbano y admiran los restos de los hornos de cal, única industria que quedó en desuso con la aparición del cemento.
Senderismo entre volcanes
Solo en época de nidificación se aconseja no subir a algunos volcanes de la isla en la que el punto más alto, Pico de la Zarza, no llega a 800 metros. El recorrido comienza en Jandia "a las puertas" de los hoteles Iberostar Waves Gaviotas Park y el ascenso puede llevar algo más de tres horas.
Existen 22 rutas de senderismo con más de 255 km que atraviesan un paisaje moldeado durante millones de años. Duro, pero vivo desierto con plantas endémicas y que además de reserva de la biosfera es destino starlight.
"Roca sedienta al sol", decía Unamuno de una isla que considera sagrado el Tindaya, donde se han hallado múltiples grabados podomorfos y en la que Chillida planificó una excavación. A la cima, de solo 400 metros, se llega desde La Oliva en un recorrido de dificultad baja que tiene como premio final la imagen de las siluetas del Teide, en Tenerife, y del Pico Las Nieves, en Gran Canaria, si el día está despejado. Se llega desde el pueblo de Tindaya al pequeño cono volcánico que es Montaña Quemada, donde un monumento rinde honores a Unamuno, quien expresó su deseo descansar eternamente allí si no era posible hacerlo en Bilbao o Salamanca.
La isla de Lobos, un islote al que se llega por mar desde Corralejo, es perfecta para una corta ruta de senderismo en el volcán de La Caldera que premia con increíbles vistas de las dunas. También desde Corralejo resulta sencillo ascender a Calderón Hondo para observar desde el mirador el cráter de 70 metros de profundidad y malpaís que le rodea.
Realmente curiosos resultan el volcán de La Arena con sus dos cráteres unidos que ofrecen vistas al Tindaya en una de las mejores panorámicas de Fuerteventura, y la ruta que lleva hasta la montaña del Cardón, a cuyos pies se encuentra la ermita de la Virgen del Tanquito.
Las rutas pueden extenderse tanto como se desee. No obstante, es mejor consultar con expertos y hacerlo acompañado de un guía www.vulcanotreking.com
Más de 300 km de costa y 150 playas
Entre los siglos XVI y XVII, Fuerteventura sufrió decenas de ataques de piratas y corsarios, a los que la población local se enfrentó con distintas artimañas para evitar convertirse en esclavos. Hoy, el viento peina a quienes cabalgan las olas y el sol en sus playas dibuja puestas escandalosamente bellas.
En el sur, los 13 km de la playa de Cofete se resisten a un fácil acceso y solo es viable hacerlo desde Punta Jandía tras pasar por dispersos caseríos a los que no llega la luz ni el agua. Recibe al visitante un abandonado cementerio y, en la distancia, la "misteriosa" y desvencijada casa Winter en la que Alberto Vázquez Figueroa ambientó su novela Fuerteventura. Es necesario retroceder para llegar al Faro y pequeña población de Puertito de la Cruz, en el extremo de la isla.
Imposible no caer rendido ante las ondas doradas de las "jóvenes" Dunas de Corralejo a las que el viento modifica constantemente su forma. Un extenso plató de cine de fina arena blanca por el que transcurre la Media Maratón y al que acuden los amantes del surf.
A diario ondean velas de colores sobre las aguas cristalinas que forman lagunas e islotes en la playa de Sotavento en las que los niños pueden adentrarse sin temor y en las que cada verano surcan cometas kitesurf en su ineludible cita con el campeonato mundial.
Detenerse y ver el atardecer es casi obligatorio en la isla que tiene lugares casi mágicos como Ajuy, donde un sendero lleva hasta las cuevas talladas por el viento y el agua en sus acantilados. El panorama es igualmente maravillosos en El Cofete, donde el inconveniente es regresar por una pista sin iluminación y en El Cotillo se puede ver la puesta de sol desde el alto del acantilado, junto a Torre del Tostón o desde el triple faro del mismo nombre.
Fiestas y curiosidades de una isla de cine
En Tuineje la fiesta de interés nacional recuerda con una representación teatral la victoria de los majoreros sobre los piratas británicos en 1.740.
Betancuria, antigua capital de la isla, es uno de los pueblos más bonitos de España. Dos estatuas gigantes de Guise y Ayose, los últimos jefes tribales, se alzan en el mirador que da acceso a la villa.
La iglesia de La Candelaria en Oliva, también antigua capital, es la más grande de Fuerteventura.
Películas como "Exodus", "Aliados", "Wonder Woman", "Indiana Jones y la última cruzada" son algunos ejemplos de los films rodados en escenarios majoreros.
Fuerteventura consiguió la primera D.O de queso de cabra por lo que junto con el mojo, aceite, vino o aceitunas, son siempre un buen regalo.
Dónde dormir
Si se viaja con niños una apuesta infalible es el Hotel Iberostar Waves Gaviotas Park, un verdadero parque infantil para los pequeños, que son su prioridad: hamacas, cunas, patinetes, cochecitos, mesas, percheros y lavabos anti-golpe a su altura, piscinas climatizadas, talleres y actividades diarios, visitas de superhéroes, celebraciones de cumpleaños. Todo bajo el prisma de sostenibilidad y en régimen de todo incluido.
La política de sostenibilidad, que llega hasta los uniformes y zapatillas, se aplica a rajatabla en Iberostar Selection Fuerteventura Palace el hermano mayor de Waves, ubicado en primera línea de la playa de Jandía que permite optar por media pensión o todo incluido. Con espacios para clientes "prestige" y restaurantes que ofertan experiencias únicas, incluso el incluido en la estancia sirve ostras, langosta o mero en su buffet. Animación nocturna y diurna con música en vivo.
Dónde comer
En la Antigua, donde existe un museo del queso, Asador Grill El Majorero sirve auténtica comida local.