Salzburgo
Las lágrimas más rentables se vertieron en Salzburgo
La ciudad donde hace siglos nació Mozart, que compuso más de medio millar de obras de muy distintos géneros
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Se entorna la puerta y un grupo de personas atraviesan sonrientes el umbral del hotel entonando “My favorite things”. Pocos minutos después, es un entregado visitante quien cruza el dintel al ritmo de “allá gloria militar” que no he tardado en relacionar con Las Bodas de Fígaro, una ópera bufa ambientada en Sevilla.
Estamos en Salzburgo, ciudad a la que la industria de Hollywood puso bajo la lupa del turismo con la producción de “Sonrisas y lágrimas” y donde, siglos antes, nació un genio: Mozart, que compuso más de medio millar de obras de muy distintos géneros.
Vistas generales de Salzburgo
Sesenta años se cumple este desde que se llevó la vida de la familia Von Trapp a la gran pantalla. Desde entonces, las andanzas del viudo, la novicia María y la troupe familiar han convertido los escenarios en los que se rodó la película en reclamo turístico de una ciudad en la que todo suena a música. A música que quienes pasan de los cuarenta, o mejor cincuenta años, identifican sin ningún género de dudas y que, incluso, entonan en las localizaciones.
El palacio y los jardines de Mirabell están en esa categoría. Allí, mientras rodeaban la Fuente de Pegaso Julie Andrews y los 7 niños cantaban “Do, re, mi”, una de las canciones más reconocidas del film. Hoy, aquel enorme Palacio mandado construir por el príncipe-arzobispo Wolf Dietrich Reitenau para Salomé Alt, su amante, con la que tuvo quince hijos y en cuyos salones Mozart interpretó su música, es Patrimonio de la Humanidad y sede de oficinas municipales.
Mirabell debe su nombre a Markus Sittikus, sucesor de Wolf Dietrich Raitenau, quien expulsó a la mujer y sus hijos de Altenau, como se llamaba originariamente el palacio
Otra de las escenas más emblemáticas de la película transcurre en el cementerio y catacumbas de San Pedro, donde se refugia la familia. Aunque a los fans internacionales les sorprenda, muchos salzburgueses no han visto la producción americana ni saben que esa escena fue grabada en un decorado porque los benedictinos encargados del cuidado del camposanto no permitieron el rodaje.
Sin embargo, la visita no deja de ser “obligatoria” porque es uno de los cementerios más pintorescos del mundo en el que está enterrada Anna, única hermana de Mozart. Una de las mejores pianistas de Europa, compartiendo tumba con su buen amigo Michael Haydn, hermano de Joseph el compositor, también amigo de Amadeus.
Cementerio
La selección de actores para interpretar a los hijos de la numerosa familia Trapp causó revuelo en la ciudad. Los escogidos combinaron la asistencia a la escuela cada mañana con el rodaje, por las tardes. Para los actores fue una buena manera de conocer lugares cercanos como la fortaleza Hohensalzburg de la que, una vez más, disfrutaron príncipes-arzobispos y en la que se dice podrían sobrevivir 400 personas durante 6 años sin necesidad de buscar alimentos. En Feinsenreitschule, un área de la fortaleza, la familia VonTrapp canta antes de huir a Suiza y allí se guarda una colección de marionetas, entre las que están las de los hermanos Mozart, usadas en la película Amadeus. ç
Actualmente, viven en la fortaleza una veintena de personas, entre ellas una pequeña dotación de bomberos, que cuida las instalaciones tantas veces devoradas por las llamas que redujeron a cenizas el mobiliario original. En la más alta de las terrazas, desde cuya torre las trompetas emiten melodías medievales cada domingo a las doce menos cuarto, se obtienen unas de las mejores vistas de la ciudad.
Con 30.000 metro cuadrado, es la fortaleza más grande y mejor conservada de Europa
Desde lo alto, el pequeño casco antiguo resulta diminuto y a penas se aprecia Geitreidegasse, calle comercial en la que se debe elevar la mirada de los escaparates para descubrir como las ventanas encogen a medida que los edificios crecen en altura. Los pasajes que esconden cafés y, nuevamente, más tiendas, atraviesan loa gruesos muros y comunican unas calles con otras. En un tercer piso de esa calle, hoy convertido en museo, nació y realizo sus primeras composiciones Mozart, que desde el siglo XIX no conoce descendientes capaces de tocar su violín infantil fabricado en 1746 y que, en ocasiones, se cede a otros niños intérpretes.
La trasera de la vivienda, también aparece en Sonrisas y Lágrimas. Ante su estatua, músicos de toso tipo, le rinden homenaje
Mozart, cuyo rostro real sigue siendo desconocido, ya que, a excepción de un cuadro inconcluso pintado por un familiar, su imagen fue recreada por quienes nunca le habían visto, fue en su época músico y viajero por necesidad. Tras su muerte se convirtió en fuente de ingresos para la ciudad. Las notas mozartianas mueven la economía de Salzburgo con la misma agilidad que el músico componía desde los 6 años. Su figura es la razón por la que estudiantes de todo el mundo acuden a la Universidad de las artes que lleva su nombre y el motivo por el que miles de viajeros asisten a los festivales que se organizan a lo largo del año. El primero en enero, coincidiendo con su fecha de nacimiento. El más importante, y considerado el tercer festival de música más antiguo del mundo, en verano: comienza a mediados de julio y concluye finales de agosto.
Mozart, que murió con 35 años, pasó un tercio de su vida viajando para dar a conocer al mundo la música que en Salzburgo disfrutaba la nobleza, que no siempre fue capaz de valorar su talento. Largos viajes en carruaje que supusieron tres mil setecientos veinte días entre cinco países. Sus días acabaron en Viena, ciudad que consideraba la mejor del mundo.
Mucho más cerca, a sólo cuatro kilómetros del centro de Salzburgo está Hellbrunn, un caprichoso palacio de recreo mandado construir por Markus Sitrikus- como ya habrán adivinado un príncipe arzobispo- al que parecía gustarle la diversión y con recursos suficientes como para encargar el trabajo al mismo arquitecto que construyó la Catedral. Santino Solari, que lo levantó en solo tres años, comprobó que la ubicación entre manantiales era perfecta para jugar con el agua y se lanzó a pensar en artilugios con los que los invitados podían sorprenderse, entretenerse, divertirse y mojarse mientras recorrían los jardines.
Hellbrunn es para lo niños un pequeño parque de aventuras del que disfrutan los días de verano
En el interior, las salas del Palacio contienen frescos ilusionistas Mascagni, una colección de figuras mitológicas y hasta un espacio manierista -la sala octogonal- que rinde homenaje a la música. No hay constancia de que Mozart tocase allí, pero sí la certeza de que no se rodó “Sonrisas y Lágrimas”. El pabellón de cristal en el que una joven y enamorada Liesl cantaba que pronto cumpliría diecisiete años llegó a Hellbrunn de “rebote”, posteriormente. El atrezzo estaba en las inmediaciones del Palacio de Leopold, pero la visita de más de 350.000 fans al año invadiendo el terreno propiciaron el traslado.
Aunque la haya, Mozart, no tuvo una vida de película: murieron 5 de sus hermanos y cuatro de sus seis hijos no llegaron a sobrevivir. El mismo murió a los 35 sin recursos y enterrado en una fosa común.
A penas hubo un espacio en Salzburgo, la Roma del Norte como se le llama, en el que Mozart no llegase a tocar. Y pocas son los recodos que no apareciesen en Sonrisas y Lágrimas. Descubrirlo y disfrutarlo, al igual que en el caso de los juegos del agua, es tarea pendiente para los futuros visitantes.
Además, no dejes de ver:
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La Catedral. En ella fue bautizado Mozart, que ejerció de organista durante varios años.
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Kapitelplatz y su ajedrez gigante junto al que se sitúa una enorme bola dorada con la figura de hombre en lo alto. Es una de las doce obras de arte contemporáneo repartidas por la ciudad. Búscalas.
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Residenplatz y la fuente más grande de Salzburgo, también escenario de Sonrisas y Lágrimas
Fuente
Si no lo hiciste al visitar el cementerio, entra a la Abadía de San Pedro.
Comida y bebida
Sin duda, la cerveza es la reina de las bebidas en el país. Se dice que Mozart acudía a Sternbräu, cervecería fundada en 1542. Stielg, una de las más conocidas, se remonta a 1492 y en Augustiner Braü Mülln caben hasta 2.600 personas.
Restaurantes como El Elefante, reúnen a parroquianos para charlar alrededor de una mesa que, en su honor, recuerda sus nombres. En los jardines de Die Weisse se puede, además de comer algo, pasar un buen rato al fresco.
Y para combinarlo todo: música, comida y bebida, cada noche el restaurante más antiguo del mundo, St. Peter Stiftskeller, fundado en el año 803, ofrece en la única sala barroca de la ciudad una cena acompañada de un concierto con piezas de Mozart.
Cena Mozart
Dónde alojarse
El hotel Auersperg, gestionado por mujeres, es una acogedora opción. En su pequeño jardín, las abejas se encargan de elaborar la miel que acompaña los desayunos.
¿Sabías qué?
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Los barcos que transportaban sal por el río Salzach seleccionaban la tripulación, entre quienes no sabían nadar para evitar que abandonasen la nave. Los príncipes tenían el monopolio de extracción del “oro blanco”.
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Los semáforos de Salzburgo representan las diversas orientaciones sexuales. Fíjate en ellos.
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El especialista en trajes típicos Salzburger Heimatwerk ha preparado la vestimenta con la que se conmemora el 60 aniversario de Sonrisas y Lágrimas. Tanto el conjunto masculino con el lederhose –pantalones- hecho con piel de cabrito como el dirndl, el vestido de las mujeres, superan los 1.500 euros.
Tienda de trajes
- El postre típico es el Salzburger Nockerl, un soufflé atribuido a Salomé, concubina de Wolf Dietrich Raitenau ,representando las colinas Mönchsberg, Kapuzinerberg y Gaisberg.
Postre típico
- Los bombones en Salzburgo llevan la cara de Mozart. Busca los de Paul Fürst, los originales.
TIPS
- Valora la compra de Slazburg Card que da acceso a transporte y numerosas visitas.