La tercera e innecesaria entrega de ‘Al otro lado de la cama’

La película de Emilio Martínez-Lázaro de 2002, 'El otro lado de la cama', fue una comedia divertida y original en la que los amores y desamores, encuentros y desencuentros de sus protagonistas iban narrándose con canciones del repertorio español de la mejor música de los 80 y 90.

Original y, en cierto sentido asombrosa, no sólo fue una película coral que aunaba a toda una generación de actores jóvenes y más o menos prometedores como Paz Vega, Ernesto Alterio, Natalia Verbeke, Antonio San Juan, María Esteve, Pilar Castro o Guillermo Toledo, sino que el resultado fue sorprendentemente favorable.

Unas críticas espléndidas y una buena taquilla propiciaron que, tres años después, todos repitieran la fórmula con 'Los dos lados de la cama', una película reiterativa, poco sorprendente y nada original que buscó repetir la fórmula con cierta gracia, sin duda, buenas adaptaciones musicales, obviamente, pero con un tufillo oportunista del que no se pudo desprender.

Ok. Estuvo bien. Fue suficiente. “Déjelo ahí”, como dijo Pumares.

Pero… no.

Veinte años después, una serie de mentes brillantes de Telecinco, Mediaset y Lightbox Animation Studios decidieron que darle una nueva vida a esta historia era necesario, que lo iba a petar. Y tomaron los personajes de Ernesto Alterio y Pilar Castro de las dos películas anteriores para darles una vuelta de tuerca y entregarles el protagonismo de la tercera entrega de la “saga”.

Ahora, cada uno es padre de unos hijos jóvenes, guapos y modernos que se enamoran y, en plan tradicional y heteronormativo, decidan casarse.

Y ellos, boomers que van de tolerantes menos cuando sus propios hijos se salen de la senda de la supuesta modernidad, tratarán de impedirlo a toda costa. Vamos, unos padres que quieren evitar que sus hijos se casen, en plan Romeo y Julieta o El graduado. Qué original…

Carlos del Hoyo e Irene Bohoyo firman el guion y Samantha López Speranza dirige la cinta, donde aparecen también los jóvenes actores Jan Buxaderas, Lucía Caraballo o Sergio Abelaira. Y a la fiesta se unen unos desmelenados María Esteve, Alberto San Juan, Guillermo Toledo, Natalia Verbeke y Secun de la Rosa que nos llevarán de la mano todo el filme para que no se nos olvide nunca que estamos viendo 'El otro lado de la cama' en versión siglo XXI, es decir, todo muy rosa, todo muy woke, todo muy molón.

Sin embargo, 'Todos los lados de la cama' —el título nos lo dice todo— se nos vuelve a antojar, muy oportunista, muy repetitiva, muy envejecida ya antes de nacer. Musicaza, números divertidos, buenos gags, sin duda, y Ernesto Alterio, que lo amamos… Pero, en serio… ¿¿¿Por qué???