El servicio de estudios económicos de Laboral Kutxa ha presentado esta mañana su trabajo sobre la economía vasca y las previsiones para el 2021. La previsión de la caída de la economía para este 2020 es de un 10,2%, una décima más que la cifra prevista por el Gobierno vasco y, para el 2021, sus perspectivas establecen un crecimiento del 7%. Pero las perspectivas no son halagüeñas. Y es que, a pesar de anotar una recuperación en el segundo trimestre del año, el alto endeudamiento de las empresas va a dejar a buen número de organizaciones con capacidad de afrontar sus pagos. Así, Laboral Kutxa advierte del riesgo de que muchas empresas se hayan endeudao en este 2020 para salvar el parón provocado por el coronavirus, pero sin tener capacidad para generar la suficiente actividad con la que devolver los créditos, lo que hace previsible un buen número de bancarrotas.
A pesar de las inyecciones de liquidez para que fluya el crédito, el tratamiento requiere acciones más de fondo que podrían llegar gracias a los Fondos Europeos. El esfuerzo en el gasto, sí ha venido bien, al menos, para mantener el empleo. Así los Erte han logrado dejar la tasa de paro en el escenario postpandemia, sólo ligeramente superior a cómo estabamos en febrero. Eso sí, los expertos de Laboral Kutxa señalan que las crisis que atravesarán buen número de empresas se cebarán en el empleo y la tasa de paro crecerá.
Y es que en este 2020 las exportaciones han caído un 23,2% en Euskadi y el consumo tampoco ha ayudado. La caída ha sido del 6,3%, aunque en los hogares se ha notatado especialmente con un descenso del 8%.
En cuanto a la inversión, el descenso ha sido del 12,6%, especialmente en la compra de bienes de equipo, donde se ha ido hasta el 14,6% por debajo de las cifras de 2019.