El frenazo de la economía en el primer trimestre de este año ha obligado al Gobierno vasco ha rebajar la cifra del crecimiento. Una previsión que fijó en un 8,9%, que en enero redujo a un 8,6% y el pasado viernes el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, anunció que se quedaría en un 6,7%. La rebaja acumula un descenso de más de dos puntos y tiene repercusión directa en las Cuentas públicas de las administraciones vascas. Los Presupuestos para el gasto de Gobierno y Diputaciones se configuran sobre el cálculo de una recaudación que viene, precisamente, condicionada por esa previsión de crecimiento económico. Así que, si la economía no se comporta como se esperaba, las administraciones deberán recurrir a un aumento de deuda para soportar el gasto comprometido en el Presupuesto y que la recaudación no llega a cubrir. Con una previsión de crecimiento económico del 8,9%, las administraciones vascas previeron una recaudación de 14.250 millones de euros, pero si la economía no crece más que un 6,7% se dejarían de recaudar unos 300 millones que habría que sacar de la deuda.
Incremento de la deuda en más de un 40% en dos años
La tercera ola del coronavirus, el retraso con la vacunación y las restricciones para evitar el aumento de contagios frenaron en seco la actividad económica en los tres primeros meses de este año. Un parón que provocó que, lejos de continuar con la tendencia al alza del pasado otoño, la economía siguiera retrocediendo en enero, febrero y lo que llevamos de marzo. En total, un 2,5% por debajo del mismo periodo que en el año pasado. Con esta situación, para poder hacer frente a los gastos comprometidos en los Presupuestos, el recurso a la deuda hará que se incremente en 300 millones que añadir a los 13.000 millones con los que se prevé cerrar el año y que suponen ya un incremento del 44% sobre los 8.976 millones con los que comenzó el 2020.
La recaudación refleja también el parón del arranque de año
El parón viene marcando también a la recaudación fiscal que en los meses de enero y febrero presenta una caída del 6,6% sobre el año pasado. Para este año las Diputaciones y el Gobierno vasco han previsto una recaudación de 14.250 millones que deberían haberse concretado en enero y febrero con 2.805 millones de euros ya en la caja de las Haciendas forales. Pero esa cifra se ha quedado en 2.564 millones, 240 millones menos de lo previsto. Aún así, como ha recordado recientemente el consejero de Economía y Hacieda, Pedro Azpiazu, la cantidad es pequeña y se confía en poder recuperarla.
Previsiones que se han ido ajustando
El caso es que las previsiones con las que el Gobierno vasco confeccionó su Presupuesto se alejaban de las que entidades económicas y empresariales anunciaban. Hasta el punto de que ese 8,9%, que se ha convertido en un 6,7%, se acerca bastante más. Si bien es cierto que, en otoño el comportamiento de la economía apuntaba una recuperación rápida, pero fue el efecto de la tercera ola y la incertidumbre de la vacunación las que enfriaron el arranque del año. Así, Confebask, anunció un crecimiento del 7,2%, mientras que CEBEK, la patronal de Bizkaia, era mucho más pesimista con un 6,5%. Una cifra en la que también coincidió la Cámara de Comercio de Gipuzkoa, con un crecimiento entre el 6% y el 8%. También el BBVA, a través de su departamento de estudios, redujo el crecimiento de Euskadi en 2021 a un 5,3%.