El Gobierno vasco pecó de optimista al hacer su cuentas y los partidos de la oposición mostraron ayer su inquietud ante la posibilidad de que unos Presupuestos elaborados sobre una base poco realista terminen llevando aparejados más de un recorte.
La revisión de las previsiones económicas que se ha visto obligado a realizar el Ejecutivo de Urkullu ya en dos ocasiones desde principios de este año, llegó al Parlamento vasco de la mano de una moción presentada por el grupo PP+Cs y que defendió el parlamentario Luis Gordillo.
Gordillo hizo hincapié en que los Presupuestos vascos nacieron sobre la base de un dato de crecimiento que no va a ser tal, algo que la realidad está ya demostrando. De hecho, se partió de una previsión de crecimiento para 2021 de un 8,9%. Esa cifra se revisó en enero reduciéndose al 8,6% y en marzo se redujo al 6,7% .
Esta caída en la estimación del crecimiento del PIB obligará, según Gordillo, a ajustar el gasto y, por tanto, a dejar de ejecutar algunas partidas. La petición concreta de PP-Cs en la moción presentada ayer era que ese ajuste no afectara al sector productivo, "especialmente a los autónomos, a la hostelería y al conjunto del sector productivo afectados por la pandemia", y que, por lo tanto, no se reduzcan las partidas para este fin cuando haya que acometer los recortes.
La moción de PP-Cs no salió adelante. De entrada porque PNV y PSE, los partidos que sustentan el Gobierno vasco, rechazaron de plano que vayan a producirse recortes, y menos en el sector productivo. "En ningún momento este Gobierno se ha planteado reducir las partidas presupuestarias", señaló Itxaso Berrojalbiz, parlamentaria del PNV.
El resto de la oposición tampoco respaldó la iniciativa de Gordillo acogiéndose a la máxima de que pedir que no se hagan recortes en un área como el sector productivo es de entrada admitir que se harán en otro campo como los servicios sociales, y tanto como EH Bildu como Elkarrekin Podemos- IU instaron al Ejecutivo a endeudarse o a abordar la reforma fiscal antes que meter la tijera en ninguna partida. Pero tanto PP-Cs, como EH Bildu o Elkarrekin Podemos-IU coincidieron en criticar el optimismo del Gobierno ante la evolución de la pandemia y sus consecuencias económicas.
"Desde que las Cuentas se aprobaron, el pasado 11 de febrero, la previsión de crecimiento económico ha caído dos puntos". "Si esto no es constatar que los presupuestos nacieron lastrados, apaga y vámonos", señaló la parlamentaria de EH Bildu Leire Pinedo, que aprovechó para pedir que se aborde "la cuestión de los ingresos fiscales". También el parlamentario David Soto, desde Elkarrekin Podemos pidió una reforma fiscal y la convocatoria de la Comisión Mixta del Concierto Económico para revisar los objetivos de déficit recogidos en la Ley de Presupuestos Generales para aumentar la capacidad de gasto de las administraciones públicas.
Lo cierto es que las previsiones del Gobierno vasco, que apuntaban a crecimientos del 8, 9%, no coincidían ya en su día con las que preveían diversos servicios de estudios elaborados por otras entidades u organizaciones empresariales. Por ejemplo Confebask hablaba en diciembre de crecimientos del 7,2%, la patronal vizcaína era aún más pesimista con un 6,5% y el servicios de estudios del BBVA redujo el crecimiento de Euskadi a un 5,3%. Nada que ver con lo que preveía el departamento de Pedro Azpiazu.
El lastre de la pandemia
El PNV argumentaba ayer en el Parlamento que la economía "seguirá viéndose lastrada" hasta que no se consigan frenar los contagios y la pandemia no presente una evolución favorable, y eso es lo que ha obligado a revisar a la baja las previsiones iniciales del Gobierno. Itxaso Berrojalbiz auguraba que "parte del crecimiento que se esperaba para este año se trasladará al próximo".
De igual forma, Susana Corcuera, desde el PSE se refería a un escenario de "gran incertidumbre" y justificaba que las previsiones de la economía vasca "van adaptándose a una coyuntura de incertidumbre con correcciones".
Además destacaba que las prioridades y los compromisos tanto del Gobierno vasco como de los grupos que sustentan al Gobierno "han quedado muy claras" con ayudas como las dirigidas a trabajadores afectados por ERTE, la creación de un protocolo integral de atención a empresas en crisis, el programa Berpiztu y la nueva Estrategia de Empleo 2020-2030, entre otras iniciativas.
"No habrá recuperación económica si no recuperemos la salud" señalaba Corcuera, que destacaba que la preocupación y ocupación del Gobierno vasco es la reactivación económica y el empleo, ayudando a los sectores económicos más afectados por la pandemia", descartando de nuevo los recortes, aunque haya que corregir las previsiones.