Euskadi recibirá 644,5 millones de euros del fondo extraordinario de 13.486 millones establecido para amortiguar los efectos de la crisis de la Covid-19. Una cantidad que es inferior a la prevista al haberse utilizado el criterio de población, en el que sale perjudicado el País Vasco, en lugar del PIB, como pretendía el Gobierno vasco.
El Consejo de Ministros aprobó este martes el reparto del fondo, especificando que el criterio usado, el de población ajustada, es el que fue pedido de forma mayoritaria por las comunidades autónomas y que finalmente hizo suyo el Ministerio de Hacienda para proceder a la distribución.
El criterio poblacional en el reparto perjudica a Euskadi que tiene alrededor 4,6% de la población total de España, mientras que si el criterio usado hubiera estado relacionado con el PIB, el peso del Producto Interior Bruto vasco supone el 6,1% del total , lo que hubiera elevado la cantidad de la subvención.
No es la primera vez que el criterio de reparto perjudica a Euskadi con respecto a otras comunidades autónomas. La comunidad autónoma vasca recibió menos de lo que tenía previsto en los fondos de ayuda directa las pymes, alrededor de 217 millones que el Gobierno vasco ha completado después con una partida propia. En este caso la dotación ascendía a 7.000 euros, pero las Baleares y Canarias se llevaron 1.000 millones de euros cada una,. El resto se repartió entre las comunidades en función de tres parámetros, la caída del PIB, el aumento del desempleo y el incremento del paro juvenil, unos ratios en los que, pese a que la crisis económica derivada de la Covid-19 ha golpeado con fuerza también a Euskadi, sale mejor parada que muchas otras comunidades autónomas que, en consecuencia accedieron a más ayudas.
Fuentes del departamento de Hacienda aseguran que este criterio poblacional usado en el reparto del fondo extraordinarios no tiene por qué ser el que siga el Gobierno a la hora de repartir el resto de las ayudas que están por llegar, aunque no es la primera vez que el Gobierno vasco muestra su preocupación porque el reparto de los fondos europeos se haga también tomando como base un formato que perjudique al País Vasco. El poblacional dejaría a Euskadi muy por debajo de los 6.400 millones de euros que espera recibir en base a los proyectos presentados.
Reducir el nivel de deuda
El destino de los fondos extraordinarios de 13.486 millones que se acaban de repartir entre las comunidades autónomas, al margen del sistema de financiación, tiene como objeto "amortiguar los efectos de la crisis de la Covid.19 en las finanzas regionales", es decir, contribuir a reducir el déficit.
El Gobierno vasco tiene fijado para este año un déficit del 2,2% del PIB, lo que se ha traducido en 1.617 millones. Un nivel de endeudamiento que podría reducir gracias a la inyección de estos 644 millones y los buenos indicadores económicos que apuntan a que incluso puedan revisarse al alza las previsiones para el próximo ejercicio. No obstante, desde el Departamento de Hacienda consideran que "debe imponerse la prudencia" hasta que se confirme la buena evolución.
En 2020, el Gobierno vasco ya fue capacidad de reducir el déficit que tenía previsto, ya que aunque tenía pactado con el Gobierno central un 2,6% del PIB, 1.716 millones de euros, finalizó el año muy por debajo, en el 1,12%, 753 millones de euros, al culminarse el año 2020 con unos niveles de recaudación mejores de los que se había previsto en un principio.
De cara a 2022, Gobierno vasco y Gobierno central cerraron un déficit del 0,9% para el Gobierno vasco y un 0,2% para las Diputaciones forales en la reunión de la Comisión Mixta del Concierto celebrada la pasada semana. Este porcentaje, traducido a euros, supone un objetivo de déficit de 707 millones de euros para el Gobierno vasco y de 157 millones para las tres diputaciones, 864 millones de euros en total.