La apuesta de las administraciones vascas es clara; aprovechar los bajos tipos de interés y la liquidez de los mercados financieros para buscar financiación en el endeudamiento y poder afrontar las inversiones necesarias para empujar a la economía en su remontada a los niveles precovid. Según los datos del Banco de España, la deuda viva desde enero de 2020 en Euskadi se ha incrementado en 1.948 millones de euros. Gracias al Concierto Económico y a los acuerdos en la Comisión Mixta de Cupo, las administraciones vascas han obtenido así más recursos para hacer frente a la crisis del coronavirus. Así lo ha venido señalando el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, que viene defendiendo la necesidad de aprovechar una "oportunidad sin precedentes" para "maximizar la inversión pública" hasta 2023. El Gobierno abraza por lo tanto las políticas expansivas del gasto público para que, junto a la llegada de los fondos europeos, pueda activar un "ambicioso plan de inversiones".
Las administraciones forales han acordado con el Ejecutivo central en la Comisión Mixta de Cupo ejercer el 'riesgo unilateral' del Concierto Económico y asumir una deuda que luego deberán gestionar con los fondos obtenidos en la recaudación de tributos concertados. Gobierno y Diputaciones lograron un acuerdo en la Comisión Mixta de Cupo que les permitía endeudarse 1.716 millones de euros en 2020, por 1.617 millones en 2021. Unas cantidades que se redondearon a finales de julio con 804 millones para el próximo 2022. En total, 4.137 millones de capacidad de endeudamiento.
La segunda autonomía que más ha aumentado su endeudamiento
Estas políticas se han dejado sentir en la deuda viva del País Vasco, que ha pasado de los 8.976 millones de euros de enero de 2020 a los 10.924 millones del primer trimestre de este 2021. Es un incremento de la deuda de 1.948 millones de euros solamente en un año. Un dato que ubica a Euskadi como la segunda autonomía que más aumenta su endeudamiento, solo por detrás de la Comunidad Valenciana.
El Gobierno vasco entiende que es el momento de acudir a esta herramienta financiera dadas las facilidades de financiación que hay en el mercado y con ese sentido ha elaborado las directrices económicas para elaborar los presupuestos del próximo año. El calendario del Ejecutivo es comenzar a preparar en cada departamento el proyecto de presupuestos para el próximo mes de octubre. La posibilidad de acudir a la deuda se habilitó en 2020, cuando en plena pandemia la Comisión Europea decidió suspender temporalmente los criterios de estabilidad presupuestaria para permitir el endeudamiento de las administraciones. Se trata de una medida que se mantendrá hasta 2023 y que para el Gobierno vasco supone una oportunidad que seguir aprovechando para buscar el máximo efecto sobre la economía aglutinando el efecto del gasto público y de la llegada de los Fondos Europeos. A partir de 2023, según ha explicado Azpiazu, "es previsible que las excepciones de Europa ya no estén y que haya que volver a la normalidad".