El parón de Mercedes impacta en la industria vasca y genera incertidumbre sobre la recuperación
Toda la automoción se prepara para acusar un descenso de la facturación sobre lo que había previsto, mientras el Metal advierte del riesgo de una situación inestable para el crecimiento
3 septiembre, 2021 05:00a crisis de los semiconductores y el parón de producción a la que se están viendo abocadas empresas tan importantes como Mercedes Benz-Vitoria, tendrá un 'efecto dominó' sobre la industria y la economía vasca, ampliando las incertidumbres e impactando de lleno sobre la recuperación tras la crisis del covid.
En principio, el hecho de que los semiconductores no lleguen y la empresa más grande de las instaladas en Euskadi, Mercedes Benz, tenga que parar su producción, con el consecuente recorte de las previsiones de producción anual de vehículos, tiene un efecto inmediato sobre la industria de automoción, que emplea en Euskadi a 40.000 personas, con multitud de empresas proveedoras que dependen directamente de la actividad Mercedes.
La planta alavesa de la multinacional automovilística ya ha comunicado un nuevo ajuste en su producción de 3.600 furgonetas provocado por otro parón de una semana. Esto sitúa la previsión anual en 134.500 vehículos. Hay que remontarse a hace cinco años para encontrar cifras tan bajas. En dos semanas, ha restado casi 7.000 vehículos a las previsiones que manejaba en abril.
Esto supone un fuerte golpe para Mercedes y para sus trabajadores, que entrarán en ERTE; lo ha sido ya para los cerca de 400 eventuales que no han sido contratados; pero además, repercute de lleno en todos sus proveedores y por ende en todo el sector de automoción vasco.
De hecho, fuentes del cluster de automoción ACICAE, reconocen que esta crisis de los semiconductores obligará a "reconsiderar" la estrategia y el ritmo de crecimiento que se había fijado el sector de cara este año, y que preveía aumentos de la facturación en un entorno entre el 9 y el 11%, después de un 2020 de caídas del 18,5% en las ventas por el parón de la pandemia.
El sector facturó el año pasado, de fuerte crisis, 16.605 millones de euros sin contar con el peso específico de Mercedes Benz. lo que da una idea del peso que tiene en el conjunto del sector industrial vasco y de los efectos de su crisis sobre el conjunto de la economía y del empleo.
Aunque en el sector confían en que el año se cierre con crecimientos, esta nueva crisis de producción supone un obstáculo más para consolidar el repunte. "Vamos a crecer, porque nuestro mercado es internacional y cada mercado es diferente, pero no cabe duda de que nos va a afectar. La clave está en cuál será la proporción de esa afectación".
Tensiones y parones intermitentes hasta finales de 2022
La automoción vasca ya consideraba este año y el siguiente como de "transición", y contaba con que la recuperación de las cifras a niveles de producción y ventas previos a la pandemia no se produjera hasta 2023. Sin embargo, esta nueva variable añade un plus de incertidumbre, especialmente teniendo en cuenta que no tiene una solución rápida: "Según nuestras previsiones la escasez de chips se extenderá más allá del 2021, hasta el segundo semestre de 2022, ya que el incremento de la capacidad de producción lleva un mínimo de seis meses". Unas previsiones que también baraja el Gobierno vasco según señalaba la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, que auguraba también escasez de semiconductores hasta el año que viene. Esto significa que el sector va a estar sometido a tensiones y parones intermitentes al depender de terceros, ya que la producción se concentra fundamentalmente en Asia.
Aunque esta crisis ha llevado a plantear la necesidad de que Europa tenga instalaciones de producción propia para evitar que se repitan estos problemas, lo cierto es que "esto no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana", como recuerda el gerente de los empresarios del Metal de Bizkaia, Alfonso Rey.
El sector del Metal es otro de los grandes perjudicados de esta crisis, ya que muchas de sus empresas trabajan directamente para el sector de la automoción.
"Estamos en una gran situación de incertidumbre porque esta es una variable más que nos afecta en la recuperación", señala, recordando, además, que la situación de las pequeñas empresas para enfrentarse a esta crisis dista mucho de la forma en la que lo puedan hacer los grandes como Mercedes.
Además, recuerda Rey que esta crisis se une a la de la subida del precio de las materias primas en general, que está poniendo en dificultades a muchas empresas. Esto lleva, según insiste a que situación que "no es lo más estable como para tener garantizada la recuperación a corto plazo".
Aunque el lehendakari Urkullu inauguraba el curso político el pasado martes asegurando que "en términos económicos, Euskadi se acerca a la normalidad" , lo cierto es que el equilibrio de la recuperación a niveles precovid está sometido aún a importes condicionantes externos que pueden desnivelar la incipiente recuperación.
"La situación no es lo más estable como para pensar que todo va a a estar bien de aquí a seis meses", recuerdan desde las empresas del Metal.