El Instituto Vasco de Competitividad, Orkestra, considera que la fiscalidad es un elemento básico para asegurar la competitividad en Euskadi y su bienestar, pero alerta de que el uso de herramientas fiscales no puede basarse sólo en la reducción de impuestos a las empresas porque también se tienen que tener en cuenta la necesidad recursos para mantener el estado del bienestar. En este sentido, consideran fundamental atraer inversiones, pero "es importante que sean inversiones que se queden en el país que contribuya a la competitividad económica y al bienestar de la sociedad". Orkestra ha esquivado de esta forma entrar de lleno en el debate sobre si se deben bajar los impuestos a las empresas para que sean más competitivas, en plena polémica sobre los usos de las herramientas fiscales por parte de otras comunidades autónomas como Madrid.
Los responsables de Orkestra han presentado esta mañana en Bilbao el Informe de Competitividad del País Vasco 2021, en el que no han analizado de forma directa la fiscalidad, aunque sí reconocen que las herramientas fiscales son esenciales para impulsar la competitividad y para atraer inversiones, algo necesario para garantizar el bienestar social.
En este sentido, han señalado, respecto al debate sobre si deben reducirse impuestos para atraer inversiones, que hay que tener en cuenta que durante la pandemia se ha tenido una necesidad de financiación elevada y Euskadi ha tenido recursos para responder a ella.
Han considerado también que además las herramientas fiscales, la inversión extranjera puede llegar atraída por el ecosistema empresarial vasco y por la innovación. "Esa es la inversión productiva que es la que más nos interesa", ha señalado. "Que sea una inversión para quedarse en Euskadi como base de crecimiento y de desarrollo".
El informe ha sido presentado por el presidente de Orkestra, Iván Martén, la directora Mari Jose Aranguren, y la investigadora Susana Franco, en un acto en el que también ha participado el rector de la Universidad de Deusto, José María Gibert.
La pandemia y sus consecuencias condicionan buena parte del informe ya desde su elaboración, ya que Orkestra ha realizado su análisis desde la base de que la "competitividad y el bienestar social no son excluyentes", sino que, al contrario, deben estar "equilibrados". "En este contexto de gran incertidumbre hay que lograr que la competitividad esté al servicio de los ciudadanos". "Que competitividad y bienestar estén en el mismo plano", ha señalado Martén.
En este sentido, el informe identifica una serie de retos y de palancas para impulsar esta competitividad. Entre ellas impulsar el empleo, conseguir una transición energética equilibrada para la industria, además de una mayor eficiencia energética, aumentar la inversión en innovación, también en las pymes, así como aumentar los niveles de cooperación entre las empresas y otros agentes institucionales.